Desde la Fundación, que no solo cumple un rol fundamental en la conservación de especies autóctonas de la provincia, destacaron que “la recuperación de los ecosistemas y el desarrollo de las comunidades se encuentran íntimamente conectados”.
“Algunas de las mujeres vecinas al Parque Nacional El Impenetrable, en Chaco, de jóvenes aprendieron de sus abuelas a esquilar y tejer en bastidores de madera”, destacaron desde el organismo.
Ante esta situación, y con el objetivo de revalorizar sus conocimientos, producir artesanías y permitirse vivir de esta actividad, las tejedoras junto al equipo de Comunidades de Fundación comenzaron a desarrollar piezas tejidas inspiradas en la vida silvestre y la flora nativa del monte chaqueño.
“La flor del palo borracho y del palo santo, el pelaje tapires pichones—como se les dice localmente a las crías, el singular pelaje del oso hormiguero gigante y del emblemático tigre de monte, el yaguareté, inspiran a las tejedoras para producir diseños únicos en el mundo”, detallaron.
Valoraron que el proceso es artesanal de principio a fin “y requiere dedicada paciencia para esquilar, lavar, separar según la calidad y el uso, secar, hilar y teñir la lana antes de obtener, finalmente, las madejas”.
“Es un trabajo que han sostenido por generaciones y que hoy expande sus horizontes: con estos novedosos diseños, las tejedoras proyectan que sus artesanías trasciendan los límites del Impenetrable”, mencionaron.
“La recuperación de los ecosistemas y el desarrollo de las comunidades se encuentran íntimamente conectados. El monte del Impenetrable chaqueño es un ambiente vivo, hogar de especies asombrosas de animales y plantas, y una fuente de inspiración para las comunidades locales que pueden elegir quedarse y apostar a prosperar a partir del esplendor natural de los ecosistemas”, expresaron a través de sus redes sociales.