En este sentido, la coordinadora de este espacio político, Marcela Acuña, afirmó que para “nosotros es muy importante, ya que el 24 de marzo de 1976 fuimos avasallados por los empresarios, y que ahora esos mismos no quieren que construyamos viviendas”.
Asimismo, remarcó que “tener viviendas en lo que fue un lugar de muertes y ver ahora la felicidad de nuestra gente es muy gratificante”, expresó la dirigente social en referencia a que justamente donde se sitúa esta barriada en el sur de la ciudad capitalina, durante la última dictadura cívico – militar, era un lugar de torturas a los militantes en aquella época de terrorismo.
“Estoy muy emocionada, lo recuerdo a mi padre Saúl Acuña, tenemos a nuestra Fundación con su nombre y que nos permitió realizar estas obras para nuestros vecinos y vecinas”, recordó y celebró.
“Es un gran honor, somos muy castigados por la sociedad; no nos importa lo que digan, sino lo que hacemos”, concluyó Acuña.