Una encuesta realizada por el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) con la ayuda de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) reveló que siete de cada diez chaqueños sufrieron o presenciaron un acto discriminatorio.
El delegado del INADI en el Chaco, doctor Javier Dumrauf, explicó que estos datos fueron recolectados en la provincia a lo largo de 2019 y forman parte de un estudio estadístico federal, más amplio, que sirvió de base para confeccionar el Mapa Nacional de la Discriminación, realizado de manera conjunta entre el Instituto Nacional contra la Discriminación y universidades nacionales de todo el país. En el caso del Chaco, el estudio fue realizado por la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), y consistió en la aplicación en hogares de una encuesta sobre percepciones y experiencias sobre discriminación, relevando de manera aleatoria 400 casos en las ciudades de Resistencia, General San Martín, Villa Ángela, Quitilipi, Presidencia Roque Sáenz Peña y Juan José Castelli.
Dumrauf también destacó la buena imagen que, según este sondeo, tiene el organismo nacional en la provincia. “INADI hoy está en otro nivel de consideración de los chaqueños y las chaqueñas, y no solo en Resistencia sino también en el interior. En ese sentido, el delegado provincial detalló que cuando se preguntó sobre el conocimiento del Instituto, el 38% de los encuestados dijo tener conocimiento del INADI, de los cuales el 87% manifestó tener una imagen muy positiva y positiva de la tarea que realiza el organismo nacional, lo que representa 11 puntos porcentuales más que el obtenido en un sondeo similar realizado en el año 2013.
“El INADI se erige como un actor central e imprescindible, que debe capitalizar su buena imagen y reputación para encabezar acciones que tengan como objetivo profundizar el cambio cultural que atraviesa nuestro país hace ya varios años”, sostuvo Dumrauf.
Los datos salientes que surgieron de la encuesta son los siguientes:
La discriminación, en la visión de los/as encuestados/as, está principalmente asociada a segregación y maltratos, y en segundo lugar es entendida como negación de derechos a ciertos grupos o personas.
Asimismo, la importancia atribuida a la discriminación como problema social presenta diferencias entre géneros, donde 2 de cada 3 mujeres contestan “alta importancia” y entre los varones la cifra desciende a 1 de cada 2. Sin embargo, el consenso acerca de que en Argentina se discrimina “mucho” o “bastante” supera el 90% y sólo entre los adultos/as mayores dicho reconocimiento es algo menor.
En cuanto a la percepción sobre los grupos más afectados por la discriminación, las respuestas indican en primer lugar a la población LGBTIQ y a las personas con obesidad y sobrepeso, seguidas de personas en situación de pobreza y personas con discapacidad. El quinto grupo más mencionado son las mujeres, alcanzando a casi un 80 % de los/as entrevistados/as, y representando un importante aumento de la percepción respecto del anterior Mapa Nacional de la Discriminación en Chaco.
En cuanto a los ámbitos señalados por quienes participaron del relevamiento, aparecen en primer término las redes sociales, otro fenómeno novedoso de amplia extensión en los últimos años. Otros espacios referidos en gran número son el ámbito educativo y el laboral, propios de la vida cotidiana de las personas y también los medios de comunicación.
Pasando al terreno de las representaciones sociales, se observó que en relación a la diversidad sexual y al racismo muchas de las expresiones discriminatorias utilizadas como disparadoras fueron rechazadas mayoritariamente, aunque sigue habiendo un núcleo que aún no fue sensibilizado y continúa vertiendo opiniones contrarias al respeto de las diversidades (sexuales, étnicas, culturales, religiosos, etc).
En cuanto a la cuestión de género, también se vislumbra un segmento (con mayor presencia de varones) que sigue expresando opiniones estigmatizantes, naturalizando brechas y reproduciendo los roles culturalmente impuestos a las mujeres.
La discapacidad, por otra parte, parece ser una temática que encuentra respuestas mucho más políticamente correctas y sensibilizadas, donde la discriminación hacia ese grupo históricamente vulnerado parece recibir una fuerte condena, casi unánime.
En el campo de las experiencias concretas, vimos que un 45 % sufrió discriminación en carne propia, mientras que un 66 % manifestó haberla presenciado en su entorno alguna vez. Agrupando quienes sufrieron y/o presenciaron, la cifra asciende a 76%, y es aún mayor entre las mujeres y los/as jóvenes. En todos los casos se trata de un incremento considerable respecto del relevamiento de 2013.
Los principales tipos de discriminación experimentados se refirieron a dos dimensiones: el racismo por un lado (color de piel, situación de pobreza, aspecto “sospechoso”), mayormente señalado por varones y cuestiones estéticas, por otro (rasgos físicos, obesidad), donde aparecen más respuestas entre las mujeres.
Los principales ámbitos donde esas experiencias tuvieron lugar, según relataron los/las encuestados/as fueron el educativo, la vía pública y al laboral, este último con una fuerte presenciad de casos de discriminación por género.
En relación a la dimensión de Estado y su abordaje en la materia, hubo una mayoría de encuestados/as que dijo que el gobierno nacional no le otorga una alta ni mediana importancia a la discriminación en tanto problemática social. Y ante una consulta sobre cómo debería actuar frente al tema, respondió que tendría que dictaminar nuevas leyes a la vez que realizar más campañas de difusión, sobre todo orientadas a la discriminación que sufren personas con discapacidad y mujeres.
En relación a la discriminación en tanto delito denunciable, dos tercios respondieron que en caso de querer realizar una denuncia lo harían en comisarías, aunque solo un 4 por ciento hizo algún tipo de denuncia, en cualquiera de los ámbitos posibles.
Un 38 % de las personas que participaron de este relevamiento en la provincia del Chaco manifestó tener conocimiento acerca de la existencia del INADI. Al interior de este grupo, la mayoría (87 %) declaró tener una imagen positiva o muy positiva acerca del organismo.