Con una degustación de la que participó la consulesa de Primera del Paraguay, Diana Arrellaga, Resistencia se sumó a la celebración del Día del Tereré, a pocos meses de la declaración de la bebida guraraní como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). “El tereré, para nosotros es todo; tiene su música, su programa y su asociación, que nuclea a los yuyeros del Paraguay”, comentó Arrellaga
El festejo se realizó con cuidados que impone la situación sanitaria actual, y por eso, en cada una de las mesas se dispuso una jarra y un tereré para cada una de las personas que degustaron las distintas variedades. El Día del Tereré se celebra el tercer sábado de cada febrero, pero esta vez se adelantó el festejo a este viernes.
Bondades de la bebida
Tradicionalmente, el tereré se toma alrededor de las 10 de la mañana. Sin embargo, previo a la afamada bebida oriunda de la tierra guaraní se consume el “tereré rupá”, que en esta ocasión estuvo compuesto por sopa paraguaya y bombas de mandioca, típicas del país hermano.
La degustación propuesta para esta ocasión tuvo que ver con las variedades “pohá ñaná”, que son hiervas medicinales trituradas en mortero. “No es un tereré común, por eso para esta oportunidad se presentaron ocho jarras, cada una con un hierva distinta, junto al explicativo de los beneficios para la salud de cada una de ellas”, explicó la consulesa.
En el Paraguay, las prácticas son compartidas y los consumos no se segmentan en función de las zonas geográficas. Todas las hiervas son asequibles y la predilección por cada variedad depende de las características de la salud de cada uno.
Entre las más famosas, se encuentra la Taropé, con la que se puede hacer un tereré que ayuda a controlar la hipertensión arterial. “Particularmente, me gusta el Taropé, el burrito y el azafrán, que aquí en la Argentina se usa sólo en la cocina pero en el tereré queda delicioso”, contó la consulesa Arrellaga.