La subsecretaria de Derechos Humanos del Chaco, Nayla Bosch, destacó la impronta del Estado provincial en las políticas que dan sustento a los juicios por la Memoria, Verdad y Justicia para las víctimas de la última dictadura cívico-militar que tomó el poder en el país entre 1976 y 1982. “Esto no sucede en todo el país; es más, podríamos contar con los dedos de una mano los lugares donde el Estado es querellante como aquí en el Chaco, donde lo hace no sólo en lo que hace al juzgamiento de delitos de lesa humanidad sino también en violencia institucional y de género”, remarcó.
La reflexión llega tras haberse cumplido el último domingo el 44° aniversario de la “Masacre de Margarita Belén”, que perpetraran en un operativo conjunto el Ejército y la Policía del Chaco el 13 de diciembre de 1976 fusilando a sangre fría a más de 20 militantes políticos. En este marco, Bosch subrayó el valor que tiene para la provincia el inicio de la causa “Caballero III” que deslindará las responsabilidades de algunos por crímenes cometidos durante la dictadura centralmente en el Centro Clandestino de la Brigada de Investigaciones, actual Casa por la Memoria, y así también en la Alcaidía Policial y la Cárcel Federal U7.
El primer juicio oral por la masacre comenzó el 3 de junio de 2010 y culminó el 16 de mayo de 2011 con la sentencia condenatoria para ocho militares por su responsabilidad en las ejecuciones. En 2013 se realizó un segundo juicio por cuatro casos de desapariciones forzadas. “En esta oportunidad, tenemos imputados por delitos sexuales y si bien muchos de los testimonios ya estaban tomados en otros juicios, ahora se incorporarán de manera presencial”, explicó Bosch respecto de Caballero III.
Políticas de Memoria
El sábado, por la mañana, a exactamente un año de haber visitado lo que era -en su momento- el monumento a los caídos en la Masacre de Margarita Belén; una comitiva oficial visitó el “Parque de la Memoria”, que fue emplazado a pesar de la pandemia “en un tiempo récord”, según indicó Bosch.
La obra vincula el monumento que hay en Margarita Belén con la cruz histórica, que está a unos metros de ese lugar y era el espacio que se utilizaba para el recuerdo por parte de los familiares de las víctimas de la masacre. Consta de cuatro hitos: citado sector del monumento a los caídos, luego un memorial, que es un playón circular; después está la cruz histórica y finalmente las tres columnas que se enmarcan en la señalización nacional de espacios de Memoria, Verdad y Justicia.
“Hasta hace un año, además de ir todos los 13 de diciembre al monumento algunos íbamos también a esa cruz porque es un lugar muy emblemático y por eso el parque se erige como un espacio de memoria y de promoción de derechos humanos que no sólo convoque a los familiares directos y militantes de derechos humanos sino también al resto de la comunidad”, explicó la funcionaria. El parque incluye además espacios para descanso, con un estacionamiento para varios vehículos, con la señalización correspondiente; además de otros dispositivos para el esparcimiento. Contiene además un corredor de agua, para evitar anegamientos en el lugar, y un puente peatonal: “Sólo faltan las columnas de Memoria, Verdad y Justicia, además de algunos detalles en el memorial e iluminación: la idea es que sea un espacio de memoria de referencia en la región y por eso estamos trabajando en esta línea”, indicó.