Se decomisó gran cantidad de aceites que presentaban rótulos de dudosa procedencia y cuyos comerciantes no supieron proporcionar datos certeros sobre el fabricante. Además, se detectaron paquetes de azúcar, de harina y de alimento para perros que estaban expuestos en la vereda.
Trabajadores de la Dirección General de Higiene y Control Bromatológico, junto a la Dirección General de Inspecciones y del área de Defensa del Consumidor, recorrieron locales ubicados sobre la avenida Castelli en base a distintas denuncias de vecinos respecto a ventas de productos alimenticios vencidos, sin condiciones básicas de higiene o con irregularidades comerciales.
Durante esos procedimientos realizados desde el cruce de la mencionada arteria con avenida Chaco y luego hacia los números ascendentes, la directora de Bromatología, Georgina Schmid, afirmó que detectaron comercios que no contaban con la adecuada higiene en sus establecimientos y que además vendían determinados productos con fecha de vencimiento caducada.
Otro aspecto destacado es que algunos alimentos tales como paquetes de azúcar presentaban rotulación fraudulenta, que significa que el producto describe un pesaje que luego se comprueba que es muy inferior. “Existe una normativa que regula cual es el margen de error en cuanto al contenido que figura en la rotulación y existen diferencias muy groseras”, dijo Schmid agregando que la responsabilidad de esa falta es del fabricante, pero el comercio no puede deslindar responsabilidades.
Ante estas situaciones, el Municipio primero constató las faltas y luego emitió notificaciones a las empresas fabricantes.
El jefe de inspectores del área de Industria y Comercio, Marcelo Caballero, destacó los operativos en conjunto con Bromatología para verificar si los distintos locales relevados contaban con la respectiva habilitación comercial y señaló que ante la observación de esa falta se procedió a la multa y posterior clausura del comercio. “Salimos para control rutinario y por varias denuncias, sobre todo por mercadería en mal estado”, enfatizó.
Por otra parte, Julio González, inspector del área de Defensa del Consumidor indicó que la Ciudad también efectuó un control de precios y el control de la disponibilidad de los libros de quejas.
Para seguir cuidando la salud de los vecinos y fomentar un adecuado desenvolvimiento de locales comerciales, los ciudadanos pueden dar a conocer sus denuncias en la sede de la Dirección General de Bromatología en Ameghino 820 o llamando al teléfono 4458257.