Luego de intentar forzar la puerta, y al fracasar en el intento, huyeron del lugar. Todo quedó filmado en una cámara. Los cuatro estuvieron todo el tiempo con los rostros tapados.
A las claras se nota que tenían “marcado” el local comercial de reparación de teléfonos celulares en el barrio 17 de Agosto.
Los cuatro motochorros se cubrían las caras con capuchas y barbijos.
Al final huyeron con las manos vacías.
Lo preocupante para los vecinos es que, con esta modalidad, comienzan a ser repetidos los ataques en horas de la noche.
Muchas personas alertaron sobre la presencia de “bandas” que actúan en conjunto y con objetivos estudiados previamente.