Entre las más de 400 personas despedidas en la Municipalidad de Resistencia se encuentra una de las mujeres que fue víctima de trata en la causa federal No me olvides, la asociación civil dirigida a jóvenes con hijos y que necesitaban un módulo de alimentos y trabajo. El abogado Ítalo Sulligoy explicó a NORTE que su cliente se encuentra en una situación de doble victimización para alguien que además es madre de infantes en edad escolar.
Resguardando su identidad Sulligoy recuerda que por haber sido una de las becarias del Estado presionadas para ser parte de una red de prostitución la trabajadora carga un estigma que la acompaña a todas partes. “No queremos hacer público su nombre porque la gente que desconoce lo que sufre una víctima de abuso sexual o de trata de personas tiene muy poca empatía y hasta se burla de ella”, indicó.
Sin protección
Una de las pocas denunciantes del escándalo (que involucró a decenas de mujeres explotadas) tuvo que atravesar un prolongado proceso judicial y pese a que acumulaba unos cuatro años de estabilidad reciente, ahora es una de los 400 trabajadores cesantes.
Mientras el abogado adelantó que impulsa acciones legales para que la mujer recupere su trabajo lamentó que “en lugar de protegerla, el Estado la deja abandonada otra vez”.
Sulligoy recordó que existe una ordenanza municipal y una ley provincial que contemplan una mirada distinta para casos especiales. La legislación contempla un cupo que permita incorporar a víctimas de trata, así como sucede con otras situaciones de vulnerabilidad como las de personas travesti y trans.
A la falta de trabajo se suma que la mujer despedida fue golpeada por personal policial por acompañar a sus pares, que acamparon en reclamo por su fuente laboral. “Durante la revuelta que se produjo cerca del edificio, en medio del procedimiento ella también estaba ahí protestando y fue lastimada, tiene lesiones en los brazos y en otras partes del cuerpo”, describió.
Abrió las puertas
En un repaso por los hechos, el abogado recordó que por la causa con dirigentes que hacían prostituir a becarias fueron condenados Kilo Vallejo (el principal imputado se suicidó), su esposa Élida Mambrín y su secretaria Lorena Quintana.
Esa condena se produjo en 2020 y se considera un caso ejemplar de jurisprudencia respecto de lo que hacían ciertos referentes piqueteros. Además es una causa que vincula a importantes integrantes de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, así como a empresarios.
Después se conocieron otras denuncias más recientes por abuso sexual (no trata). Dos casos se reportaron en la provincia y tienen como principales denunciados dirigentes relacionados con organizaciones sociales y políticas. Quienes contaron que fueron abusadas sexualmente son personas en una situación económica muy desventajosa. Las dos causas se encuentran en juicio.
Que no se use políticamente
La investigación judicial que evidenció que la asociación civil No Me Olvides era una organización para delinquir, resurgió en los medios de comunicación del país, este año, a partir de un anuncio encabezado por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich y el ministro de Justicia, Mariano Cuneo Libarona.
El abogado Sulligoy.
Ítalo Sulligoy remarca que ellos viralizaron la única causa que existe en todo el país con esa mecánica, la de gente que desde el Estado hacía prostituir a personas que tendría que haber protegido. No obstante hace una aclaración: que así como atacaron y criticaron al gobierno anterior por no haber intervenido a tiempo, “si las autoridades actuales no protegen a las víctimas van a estigmatizar y abandonarlas nuevamente”.
Entonces el abogado insiste en que “si usaron (la causa) por cuestiones políticas y ahora dejan a las mujeres desamparadas, si publicaron el caso, solamente, para atacar a responsables que eran parte de la gestión anterior y cuando las víctimas piden trabajo las dejan que se arreglen por su cuenta, no se está dando una respuesta desde el Estado”.
En cuanto a su representada, lamenta que ella tenga que seguir pasando por situaciones adversas como estar manifestándose en una vereda, pasar lluvias, hambre y encima ser golpeada por efectivos de la Policía de la provincia: “Toda esta situación está pasando ahora y es la verdad que es lamentable que hagan esto con una persona, que no haya empatía ni la mínima consideración”.
Fuente: Diario Norte