El caso de esta avícola tomó conocimiento público luego de que decidiera recurrir a la justicia por las pérdidas ocasionadas ante el sacrificio de alrededor de 200.000 gallinas ponedoras, luego de que el Senasa diagnosticara un caso de influenza aviar el 6 de abril último.
El Senasa llegó hasta la granja Avícola Santa Ana porque el predio se encuentra a 6,5 kilometros de distancia del primer brote confirmado de influenza aviar altamente patógena (IAAP) en Corrientes, en la localidad de San Cosme, una zona rodeada de lagunas y cercana al margen del río Paraná en la que hay presencia de aves silvestres y migratorias..
Esta zona de control sanitario se considera de riesgo, ya que los predios que tengan aves en esa zona presentan mayor probabilidad de contraer el virus.
Frente a la determinación de sacrificar las aves, el juez federal Juan Carlos Vallejos, subrogante en el Juzgado Federal 1 de Corrientes, hizo lugar a una acción de amparo con medida cautelar a pedido de la firma.
De acuerdo con lo manifestado por la compañía, el organismo nacional ordenó el sacrificio de los animales luego de que diera positivo para la enfermedad una muestra tomada en el establecimiento, tras un examen realizado en el laboratorio oficial de la localidad bonaerense de Martínez.
El juez Vallejos, además de hacer lugar a la acción de amparo, ordenó al Senasa, al Ministerio de la Producción de Corrientes y a la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) el envío de informes técnicos sobre las acciones tomadas para el caso particular y para evitar la propagación de enfermedad en general.
Frente a ello, el Senasa informó que cumplió con las medidas contempladas en el Plan de Contingencia ante la enfermedad, y que las mismas tienen la finalidad de evitar su diseminación.
Además, aclararon que no ordenaron la destrucción de los huevos almacenados en la granja y que la decisión de hacerlo fue una “decisión unilateral de la empresa”.
Tras la decisión judicial, el Senasa dispuso mantener la interdicción por sospecha del establecimiento por, al menos, 14 días desde la primera toma del 4 de abril que arrojó resultado positivo.
La segunda muestra en el establecimiento dio un resultado negativo y, ante los resultados divergentes, decidió realizar una tercera muestra que, según comunicó hoy el organismo, también dio negativa.
De esta forma, el Senasa volvió a autorizar los movimientos de productos desde y hacia el establecimiento.
También estableció continuar con el seguimiento epidemiológico de la granja cada 14 días, con el objetivo de “compatibilizar la actividad de la empresa con la necesidad sanitaria de continuar preservando la salud de las aves de la propia granja, como de los otros establecimientos de la región, así como la salud pública”.
Respecto de la primera muestra que arrojó un resultado positivo, el Senasa indicó que continuará haciendo una investigación epidemiológica “para poder dilucidar cuál fue la fuente del virus encontrado en la primera muestra que dio resultado positivo y determinar la situación epidemiológica de la granja”.
Asimismo, dada la información recolectada en los primeros dos meses de presencia de la enfermedad en la Argentina y la experiencia internacional, el organismo acordó con el sector privado avanzar en la revisión y actualización de los protocolos que sean necesarios,
Al día de hoy, de 459 notificaciones analizadas y de los muestreos realizados, hubo 79 detecciones positivas de la enfermedad en el país con 63 casos en aves de traspatio, 11 en el sector comercial y cinco en aves silvestres.
Las provincias de Córdoba (19), Buenos Aires (18), Neuquén (10), Santa Fe (9), y Río Negro (7), lideran la nómina de casos.
Fuente: Télam