Cuando avanzaban en sus trayectos del cursado de la carrera de Arquitectura, Carlos Córdoba y Cecilia Rolón pensaban qué tema elegir para lo que sería su trabajo final de carrera, la última materia que se cursa.
La intención era abordar una temática que vincule la arquitectura con el cuidado animal o la fauna silvestre, un tema que les resultaba de interés.
Así, al llegar el momento de concretar el ansiado trabajo final, pudieron contactarse con personal del Centro de Conservación Aguará de la provincia de Corrientes, desde donde le plantearon la necesidad de mejorar los espacios con que contaban, mediante una refuncionalización de espacios que tenga como prioridad el bienestar animal.
De esta forma se gestó el Trabajo Final de Carrera “Conservación, Biodiversidad y Arquitectura. Propuesta de Bioparque para el Centro de Conservación Aguará”.
“Esperamos que nuestro proyecto sirva para complementar el arduo trabajo que viene haciendo el Centro Aguará en pos del rescate, rehabilitación y liberación de especies autóctonas lesionadas o en riesgo, así como el trabajo en materia de educación ambiental” destacaron Carlos y Cecilia, quienes con la presentación de la propuesta arquitectónica pudieron obtener sus títulos profesionales.
La propuesta realizada por Carlos Córdoba y Cecilia Rolón, en el marco de la Unidad Pedagógica “B” de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UNNE, fue transferida al centro de conservación para su utilización en caso que se decida la concreción del proyecto.
LA PROPUESTA
Con el proyecto de Bioparque se plantea generar un espacio acorde para la rehabilitación de los animales silvestres decomisados y rescatados, y además diseñar herramientas para la promoción de la educación ambiental en los ciudadanos y la concientización de la población sobre la riqueza y la importancia del cuidado de la fauna y flora autóctona.
“Elegimos desarrollar el bioparque para el Centro Aguará con la premisa de proyectar un hábitat saludable para los animales en rehabilitación, y un espacio de conocimiento de las buenas prácticas para el manejo de fauna silvestre, que permita un diseño de visitas educativas y sensibilizadoras de la población en general, siempre priorizando el bienestar animal” se destaca en los fundamentos del Trabajo Final de Carrera.
En la propuesta realizada se prevé el diseño de recintos nuevos ya que los existentes se encuentran localizados muy próximos a los desarrollos inmobiliarios de los márgenes del predio y además responden a la exhibición de fauna de un zoológico convencional, descartada por el Centro Aguará.
De la misma manera se proyectaron ambientes trabajados paisajísticamente, orientados a enriquecer el trabajo en materia de conciencia ambiental que se desarrolla en el centro.
Las intenciones del proyecto fueron pensadas para contemplar por un lado, actividades públicas vinculadas a la educación ambiental y a la exhibición de fauna con fines de concientización y por otro, espacios destinados al trabajo restringido de los profesionales del Centro para la rehabilitación de la fauna regional.
De esta manera quedan diferenciados los circuitos públicos y las tareas restringidas, mejorando notablemente el funcionamiento interno, según explicaron Carlos y Cecilia.
Manifestaron que las características del proyecto “fueron pensadas de manera comprometida con nuestra tierra, con la dignidad y el bienestar animal, conociendo y haciendo conocer nuestra riqueza natural, nuestros paisajes y nuestra fauna característica, que le dan una identidad a la provincia”.
EXPERIENCIA SATISFACTORIA
“El trabajo final de carrera nos permitió abordar una problemática poco común en nuestra disciplina, lo que significó un avance personal y académico en nuestra carrera, guiado y alentado por los intereses personales en materia de conservación y equilibrio de la naturaleza” resaltaron durante la exposición del trabajo, realizada en la sede de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU-UNNE).
Agregaron que el aprendizaje logrado en los dos años que les demandó el proyecto final “ha cambiado completamente la visión de la arquitectura que teníamos, haciéndonos más conscientes de las consecuencias de una arquitectura y, sobre todo, un urbanismo poco responsable frente a la ocupación de ambientes naturales de relevancia biológica en nuestra región”.
Reconocieron el acompañamiento, paciencia y la voluntad de colaborar por parte de todo el personal del Centro de Conservación Aguará en las distintas instancias requeridas.
“Desde ahora en más nuestro panorama de la arquitectura tendrá en contemplación no solo la vida o actividad antrópica, sino toda forma de vida a la cual pueda afectar nuestras intervenciones, teniendo siempre presente el valor del equilibrio ambiental” concluyeron.
TRABAJO COMPROMETIDO
En tanto, desde el Centro de Conservación Aguará, en la figura de su director, Daniel Segovia, destacaron la excelencia de la propuesta realizada por Carlos Córdoba y Cecilia Rolón.
El responsable del centro consideró que pudieron captar las necesidades de la institución y expresarlas en una propuesta que de concretarse contribuirá a fortalecer el trabajo que se viene realizando.
Desde la Cátedra Unidad Pedagógica “B”, el equipo docente consideró que la propuesta presentada cumplió con creces las pautas definidas para los trabajos finales de carrera de abordar una problemática concreta, de elaborar una propuesta realmente viable e innovadora y de trabajar de manera colaborativa con la institución potencialmente beneficiaria.
El nuevo arquitecto Carlos Córdoba y la nueva arquitecta Cecilia Rolón agradecieron a la Mgter. Arq. María Victoria Valenzuela por ser la directora del Trabajo Final, al equipo docente de la Unidad Pedagógica “B” y a las autoridades, profesionales y demás integrantes del Centro de Conservación Aguará por la colaboración recibida.