Este viernes 4 de noviembre, el Gobierno de la provincia del Chaco realizará el llamado a licitación para el nuevo sistema de transporte público de pasajeros del Gran Resistencia, para sus líneas urbanas e interurbanas. Será a las 8:15 en el Salón Obligado de Casa de Gobierno, con la participación del gobernador Jorge Capitanich y el ministro de Planificación, Economía e Infraestructura, Santiago Pérez Pons, entre otras autoridades.
La nueva licitación se adjudicaría en diciembre de este año, para que a fines de enero del 2023 las nuevas unidades se encuentren en funcionamiento. “Venimos haciendo un trabajo de casi un año de estudiar todo el sistema de transporte público de pasajeros del Gran Resistencia”, explicó Pérez Pons.
El proceso de licitación se dividirá en cuatro grupos de 17 líneas, más cinco nuevas. Entre estas últimas se encuentran líneas troncales que irán hasta Puerto Vilelas y Barranqueras, pasando por Resistencia, y lo mismo sucederá con Fontana. Además, se sumarán dos líneas troncales más en Resistencia, para abarcar a todos los barrios.
El pasado 3 de octubre, el gobernador Capitanich y el intendente de Resistencia, Gustavo Martínez, definieron una estrategia para mejorar el servicio de transporte y diseñaron un sistema de cobertura para la capital. A partir de este acuerdo se inicia el proceso de licitación unificado para comenzar la nueva gestión integral del transporte público, en el que la provincia contará con el 100% del servicio.
Pérez Pons remarcó que, con la creación del Entre Regulador del Transporte (ENRETRA), el organismo buscará garantizar la normalidad en la prestación del servicio.
El nuevo sistema propone un 30% más de kilómetros de recorrido de las unidades y un 20% más de usuarios. Además, se renovará el 100% de las unidades desde el primer trimestre del 2023, y será obligatorio que el 50% de las unidades cuenten con aire acondicionado y el 25% cuente con condiciones de accesibilidad para personas con discapacidad.
“Lo más importante es que se renueva todo el transporte. A partir del primer trimestre del año todos los colectivos van a ser nuevos. Además hay un proceso de transición energética en los próximos diez años. Es decir, en 10 años, tenemos que tener el 50% del parque móvil amigable con el ambiente”, explicó Pérez Pons.
Otro aspecto destacable es que habrá 50 paradas seguras con cámaras de video-vigilancia y botones anti-pánico; junto a un nuevo sistema de monitoreo y control de las unidades, de carácter obligatorio.
“Vamos a controlar a las empresas en cantidad de kilómetros y de recorrido, con GPS en cada una de las unidades, mediante un centro de monitoreo de todo el sistema. Sabremos si el colectivo no está cumpliendo el horario que debería, a qué hora tenía que haber terminado, a qué hora pasó por la parada, etc. Para esto, se contrató un nuevo sistema que en el pliego figura como obligatorio, que tanto las empresas como el gobierno, lo tenemos que controlar”, finalizó Pérez Pons.