Cerca de las 21 el personal que había recibido una denuncia en horas de la tarde sobre la sustracción de estos semovientes, siguió las huellas de los mimos los cuales aparentemente eran acompañados por equinos.
Es por ello que tras recorrer varios kilómetros de monte espeso con la ayuda de luz artificial los policías lograron dar con los animales en un campo vecino.
Rápidamente y al realizar sus tareas correspondientes los agentes pudieron verificar que por la marca y seña los vacunos de pelaje colorado y el restante osco pertenecían al denunciante.
Finalmente, los terneros fueron entregados a su dueño previa acreditación de propiedad.