La investigación surge mediante una denuncia que realizó una joven de la localidad de Puerto Iguazú, Misiones, donde mencionaba que una organización que operaba en Córdoba capital atraía a personas a través de las redes sociales con ofertas laborales que eran engañosas.
La organización usaba como estrategia el uso de fotografías donde se veían a personas que ostentaban ropas de marca, vehículos de alta gama y joyas. El objetivo principal era atraer jóvenes de todo el país que todavía no habían logrado conseguir su primer trabajo formal.
Según informó el portal El Diario+, la organización operaba mediante plataformas digitales que a la vez eran internacionales, entonces los interesados o aquellas personas que querían ser miembros debían abonar una especie de “suscripción” que rondaba los 200 dólares. Las transacciones se ejecutaban de forma online.
Pero en el caso de que el interesado no contaba con esa suma de dinero, la banda delictiva les ofrecía trasladarse hacia la ciudad de Córdoba, donde allí los jóvenes eran hospedados en un edificio de precarias condiciones, aprovechando siempre la vulnerabilidad económica de las personas interesadas. En ese lugar, los jóvenes que eran reclutados de forma engañosa tenían la obligación de crear perfiles falsos en las redes sociales con la finalidad de llamar la atención de otros interesados.
Todas estas actividades eran registradas en cuadernos constantemente monitoreados.
Finalmente, la Federal intervino en el caso y dio aviso a la Fiscalía Federal N°3 a cargo del Dr. Maximiliano Hairabedian, quien determinó que el principal referente en la provincia de Córdoba era un hombre de nacionalidad venezolana, acompañado por dos mujeres de nacionalidad argentina.
Tras los allanamientos, la Policía Federal determinó que en el inmueble que fue allanado se encontraban jóvenes de todo el país, además de personas de otros países. También se destaca que había hallaban jóvenes de la provincia del Chaco, quienes finalmente fueron rescatados de la organización que además de las estafas virtuales ejercían la trata de personas.
Además, secuestraron 42 teléfonos celulares, 36 cuadernos con anotaciones varias, ocho cuadernos con anotaciones de comprobantes de depósitos y transferencias en el exterior, tres notebooks y demás elementos de interés.