El objetivo es generar información estadística que permita diseñar políticas públicas y gestionar financiamiento para reducir la desigualdad en la distribución de tareas tales como cocinar, limpiar o cuidar de otras personas, entre otras.
El Gobierno del Chaco y ONU Mujeres llevarán adelante un trabajo en conjunto con el objetivo de reducir la desigualdad en la distribución de las tareas de cuidado en la provincia. La iniciativa, permitirá contar con un estudio en el que se buscará reflejar el aporte que hacen las mujeres e identidades feminizadas al sistema económico a través de tareas de cuidado (actualmente no remuneradas). El trabajo, permitirá diseñar políticas públicas destinadas a reducir las desigualdades y promover la autonomía de este sector de la población.
La Vicegobernación de la Provincia, la Secretaría de Derechos Humanos y Géneros y ONU Mujeres realizarán un trabajo articulado para el análisis y la estimación de diferentes escenarios de expansión de infraestructura de cuidados que disminuyan la desigualdad de género en la distribución del cuidado, y generen mayor autonomía para las mujeres e identidades feminizadas en la provincia.
Esta iniciativa se debe al claro compromiso de la provincia en la transversalización de la perspectiva de género y la implementación de políticas públicas para la igualdad y se encuadra en el Programa “Promover el empleo decente para las mujeres a través de políticas de crecimiento inclusivo y de inversiones en la economía del cuidado” que ONU Mujeres está desarrollando junto con la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
La secretaria de DDHH y Géneros de la Provincia, Silvana Pérez, se refirió a la importancia de llevar adelante propuestas como esta, teniendo en cuenta que “Esto nos permite seguir trabajando coordinadamente entre la Organización de las Naciones Unidas, el gobierno nacional, provincial y municipal para diseñar acciones, programas y políticas públicas que equilibren la balanza a favor de las mujeres en pos de construir mayor igualdad, porque los cuidados son una necesidad, un derecho, pero también son trabajo”.
Cabe recordar que, al hablar de economía del cuidado, se hace mención a la dimensión económica del trabajo no remunerado que realizan a diario -en su mayoría las mujeres, tales como hacer las compras, cocinar, limpiar la casa, cuidar a otras personas (niños, niñas, niñes, personas mayores, o con discapacidad que requieren apoyo) y la realización de tareas comunitarias u otras tareas en el barrio.
“Las mujeres tienen los mayores niveles de informalidad laboral, las menores tasas de actividad económica, participan menos en el mercado laboral porque en general se quedan más en la casa, a cargo de las tareas reproductivas, las tareas del cuidado y eso hace que también sean más pobres y tengan menos respaldo frente a una crisis. Por ello, este trabajo articulado resulta fundamental para pensar las políticas económicas reparatorias de esta desigualdad”, sostuvo la directora de Economía, Igualdad y Género del Ministerio de Planificación, Economía e Infraestructura de Chaco Iara Tejeda Martínez.
Al igual que en Santa Fe, la Oficina de ONU Mujeres en el país en alianza con el Centro Interdisciplinario para el Estudio de Políticas Públicas (CIEPP) desarrollará en Chaco un análisis de la oferta y demanda de cuidados para la primera infancia y la población de adultos mayores.
“Hemos identificado que la provincia de Chaco cuenta con condiciones que la hacen un territorio apto para el desarrollo de los estudios previstos dado su compromiso con la autonomía económica de las mujeres y la igualdad de género. No solo cuenta con un presupuesto con perspectiva de género, sino que existe la Dirección Provincial de Economía, Igualdad y Género, lo cual es un gran avance en material institucional”, afirmó Gimena de León, coordinadora del proyecto “Promover el empleo decente para las mujeres a través de políticas de crecimiento inclusivo y de inversiones en la economía del cuidado” en ONU Mujeres Argentina.
Los principales objetivos de este programa son crear consensos para la adopción de políticas económicas para un crecimiento inclusivo con igualdad de género, y más y mejores empleos para las mujeres; contribuir a la disminución de la segregación ocupacional y sectorial, y mejorar el acceso de las mujeres al trabajo decente, además de asegurar la realización de inversiones en la economía del cuidado, asegurando su costeo, financiamiento e implementación.
Para alcanzar los objetivos señalados, los estudios tendrán como eje la estimación de brechas de cobertura de servicios de cuidado para las poblaciones que se definan; el costeo de ampliación de prestaciones sobre la base de diferentes escenarios; el impacto en el empleo de la ampliación de infraestructura; y el análisis de alternativas de financiamiento.