En un acto realizado en el Recinto de Sesiones Deolindo Felipe Bittel, el presidente de la Legislatura, Hugo Sager, diputado Roberto Acosta y diputada Gladis Cristaldo entregaron la placa conmemorativa a Rosi Aguirre —compañera de vida del Flaco Páez—, familiares y amigos que participaron del acto.
La edición 2021 de este galardón tuvo, además, una mención especial a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días por su trabajo social realizado en la provincia. En esta oportunidad, recibieron la distinción por la institución, el presidente de Misión Resistencia, Reber Clay, y su esposa Sharlyn Reber.
Al finalizar el acto, Sager expresó: “Este premio instituido por ley provincial tiene como objetivo reconocer la tarea en defensa de los derechos humanos en las vísperas de un nuevo aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, como ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse”, remarcó.
Además, rescató valores como “la solidaridad y la garantía de respetar uno de los objetivos que persigue la declaración de derechos humanos, que es vivir en comunidad y preocuparnos por el otro”. Por ello consideró que se ha cumplido con los objetivos y el diputado agradeció el trabajo de la comisión evaluadora y de los representantes de la Legislatura que la integraron por su ecuanimidad y compromiso con el trabajo.
Como integrante de la comisión de Derechos Humanos, la diputada Gladis Cristaldo destacó la importancia del reconocimiento otorgado. “Esto se da en el marco del Día Internacional de los Derechos Humanos que se conmemora el 10 de diciembre, para el exmilitante de la década del 70, exintegrante de la Comisión Provincial por la Memoria Carlos Páez post morten. También un reconocimiento a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días por la acción social que llevaron adelante en toda su historia, pero fundamentalmente en este año de pandemia”.
Finalmente manifestó: “Este es mi último acto como diputada y como integrante de la Comisión de Derechos Humanos que pude presidir durante los dos primeros años de mi gestión. Destaco la importancia que tienen estos reconocimientos, no sólo a la hora de rendir homenaje a la acción que se hace en defensa y la promoción de los derechos humanos sino también para poder visibilizar estas luchas, porque son muchas las que se llevan a cabo a lo largo y ancho de la provincia del Chaco, que tienen que ver con la defensa y promoción de los derechos humanos, entonces proponer organizaciones que hacen esto también es visibilizar el trabajo y es una fuerza que se les da para que sigan trabajando”.
Acompañaron el acto junto con los familiares y amigos, la secretaria de Derechos Humanos y Géneros Nayla Bosch, el presidente de la Comisión por la Memoria Mauricio Amarilla, y el galardonado en 2020 Carlos Aranda.
Antecedentes de Páez
Carlitos Páez fue sobreviviente de la pasada dictadura cívico-militar. Nació en una barriada de Resistencia el 3 de octubre de 1959, y falleció por Covid el pasado 7 de febrero de 2021.
Comenzó a vivir su adolescencia cuando ingresó en los años 70 a la Escuela Industrial, fue uno de los pioneros de la agremiación de los estudiantes secundarios, y se convirtió rápidamente en un fogoso militante estudiantil y del peronismo de base.
Fue herido en la cara, por un escopetazo, en una desacertada acción militar. Fue detenido a los 15 años, junto a dos curas y un dirigente de la Juventud Peronista. Salió de la cárcel a los 23 años.
Volvió a su Resistencia y se puso a trabajar, hasta que pudo instalarse con un pequeño negocio de repuestos de electricidad de automotores.
Regresó a militar en el peronismo, a participar en internas como activo y diligente. Cuando se recuperó la democracia, fue uno de los primeros en plantear que los delitos cometidos por la Dictadura no podían quedar impunes. Así, la militancia por los derechos humanos fue una parte de su vida desde ese entonces.
Llego a ser representante de presas y presos políticos del Chaco, cuando se organizaron nacionalmente. Trabajó para que no hubiera ningún desorden en los juicios que comenzaron en el Tribunal Oral Federal de Resistencia.
Fue testigo en juicios emblemáticos para la región: la Masacre de Margarita Belén y la denominada Causa Caballero.
Así llegó a ser el representante de la Asociación de Ex -Detenidos Políticos del Chaco en la Comisión Provincial por la Memoria. Cuando estaba en uno de sus mejores momentos con su pareja y sus hijos, el Covid 19 se lo llevó a los 62 años. Trabajaba en la Delegación del Insssep en Barranqueras.