El tema, que se ha estrenado hoy 25 de octubrelleva el inconfundible sello de Sanz, esa muestra poética emocional que lo ha convertido en el artista español más premiado y uno de los más admirados del panorama internacional.
Palmeras en el jardín viene acompañada por uno de esos fascinantes videoclips que jalonan su carrera. Dirigido por Greg Ohrel (Bad Bunny, Juanes) y con la producción de Residente, ex de Calle 13, el videoclip ha sido rodado entre Madrid y Miami. La pieza rebosa creatividad y efectos visuales que elevan la canción a otra dimensión. Es la puesta en escena audiovisual perfecta para ilustrar una canción que marca el inicio de un nuevo álbum, que verá la luz el próximo año.
Producida por los ganadores al Latin Grammy Casta (Manuel Turizo, Karol G) y Spreadlof (Sebastián Yatra, Shakira, Rosalía), y mezclado por el multipremiado Lewis Pickett (Juanes, Carlos Vives, C. Tangana); Palmeras en el jardín confirma que Sanz mantiene su creatividad intacta.
Alejandro Sanz, que acaba de recibir el prestigioso Premio Billboard por su trayectoria, es el artista español que más reconocimientos de la historia, con 22 Latin Grammy y cuatro Grammy en su palmarés, entre otros muchos galardones. Desde su debut en 1991 con Viviendo deprisa, hasta su último disco de estudio, SANZ, editado en diciembre de 2021, ha conquistado los escenarios del mundo, con más de 25 millones de discos vendidos y todos sus álbumes certificados con múltiples Discos de Platino.
Sanz no solo es una leyenda de la música, también es conocido por su compromiso social. A lo largo de los años, ha trabajado de la mano con organizaciones como Save The Children y Greenpeace y ha llevado su activismo ambiental a foros internacionales como la COP25.
Con más de tres décadas de cerrera y una influencia que traspasa fronteras, sigue siendo una de las voces más importantes y queridas en el panorama musical. Palmeras en el jardín promete continuar su legado de grandes éxitos y emocionar a sus millones de seguidores en todo el mundo.
Cabe destacar que Alejandro Sanz ha marcado e inspirado a muchas generaciones. Entre ellas a la reconocida poeta Elvira Sastre que no ha dudado en formar parte de este lanzamiento expresando a través de un emotivo texto las sensaciones que le transmite esta nueva etapa de Alejandro Sanz y Palmeras en el jardín. Sastre, conocida por su estilo íntimo y emocional, ha logrado que la poesía contemporánea llegue a un público joven, combinando lo personal con lo poético de una manera única y conmovedora.
Su conexión estilística con Alejandro queda plasmada en el siguiente escrito:
Volver implica tantas cosas que no es sencillo resumirlo en unas frases. Uno vuelve a su infancia, vuelve también a sus costumbres, puede volver a una persona o puede volver a sí mismo después de un largo viaje. Volver es un movimiento complejo, extenso en el tiempo, requiere de calma y mucha consciencia. Cuando uno vuelve, no lo hace solo: le acompañan nuevas vivencias, otros tipos de dolor y daño, alegrías que lo hacen algo más fácil, ciertos temores, sí, pero también valentía en el ejercicio de colocar un pie tras otro para desandar lo conocido. A veces, necesita una compañía que lo vaya guiando. Otras veces, basta la soledad para descubrir aquello que no supo ver mientras ocurría. Sea como sea, suceda de la manera en la que suceda y le lleve a donde le lleve, volver es siempre un viaje repleto de honestidad porque lo contrario significa perderse.
Alejandro Sanz vuelve su origen, a su raíz, y solo él sabe lo que incluye ese regreso. Lo hace desde la intención de quien cree en lo que le importa de verdad, y esa fe es la que ilumina el camino de vuelta. Alejandro es música, pero ante todo es palabra, y a lo largo de su carrera ha usado lo que ha tenido en su mano para expresar lo que siente y necesita contar. La poesía es su idioma y esta canción, Palmeras en el jardín, es una mirada atravesada por ese lenguaje poético. Es imposible entenderlo de otro modo: Alejandro siempre nos ha explicado desde la belleza y vuelve a hacerlo en este trabajo.
En la raíz se encuentra la semilla de lo que uno quiere ser. Es un recuerdo, la identidad en su estado más puro. Volver a ella implica mancharse las manos, escarbar el suelo seco, atravesar el barro hasta encontrar de nuevo la vida. Compartir con los demás dónde se encuentra la raíz es un acto de generosidad. En un mundo superficial, descubrir lo profundo es una prueba de esperanza.
Este tema, Palmeras en el jardín, es ese hallazgo. Un verso detrás de otro es mucho más que dos frases: es una señal. Lo contiene todo: imágenes poderosas, el eco que reconoce lo que no puede ser y nos deja en las manos su significado, esa voz rasgada que se amplía al hacerse preguntas, las notas precisas que acompañan, la distancia entre lo que pudo ser y no fue. Sembrar la semilla de una palmera, bañarla, desear que germine, ser testigo de su crecimiento, dormir bajo su sombra para después marcharse y dejarla ser y estar donde merece es algo que solo sabe hacer quien conoce que la vida es, siempre, un camino de vuelta.
Quizá esta canción sea lo que necesitamos: un alma desnuda que escribe y canta a lo que fue para, en un movimiento maestro, volver a serlo.