La Cámara de Apelaciones de Mercedes, confirmó los procesamientos, dictados por el Juez de Instrucción, Daniel Insaurralde, a los funcionarios policiales, Julio Gómez, Walter Solán y Jorge García, imputados por los delitos de “Allanamiento ilegal, privación ilegítima de la libertad con abuso funcional agravada por el medio de comisión (violencia y amenazas) en concurso real”.
Un cuarto imputado en la causa es Gonzalo Salemi, también perteneciente a la fuerza policial.
En primera instancia, el Juez, decretó la “falta de mérito” de otros cuatro uniformados, precisó el portal de noticias Confirmado.
De acuerdo a la investigación el hecho ocurrió en la costanera, de Paso de los Libres, en la zona de la cancha de fútbol de arena, el 2 de febrero del 2020 a las 21:30 hs, Orlando Armando Alves Rubín, y su hermano Ramón Alberto Alves Rubín, huían a bordo de un vehículo automotor marca Volswagen y omitieron la orden impartida por la policía provincial, para que detengan el vehículo.
Siempre según lo denunciado oportunamente, los hermanos Rubin siguieron su marcha hasta una vivienda de calle Yatay 1550, funcionarios policiales, con prestación de servicios en la Comisaría 1º de Paso de los Libres, se constituyeron hasta ese lugar en dos móviles policiales indeterminados y sin orden judicial para efectuar un allanamiento, y apartándose de las formalidades de la ley, ingresaron ilegítimamente en aquella vivienda, afectando la intimidad de la víctima, Ramón Alberto Alves Rubín (Gringo), momento en que los efectivos de seguridad, se dirigen rápidamente hacia el sector del patio, para luego sin mediar palabra agredir físicamente, y mediante este ejercicio abusivo de las funciones, colocaron las esposas a la víctima, privándolo ilegítimamente de la libertad, afectando la libertad de libre locomoción, apartándose arbitrariamente de la libertad, al no ajustar procedimiento de aprehensión a las formalidades exigidas.
Luego lo ahorcaron desde atrás, efectuando una maniobra conocida como “guillotina” o “mata león”, profiriéndole amenazas que afectaron su tranquilidad psicológica, al manifestar que “lo iban a matar a palos”, siendo trasladado a la Comisaría 1ª.
Una vez allí, los funcionarios policiales habrían seguido extralimitándose en sus funciones policiales, prolongando indebidamente la privación ilegítima de la libertad y continuaron con tratos humillantes e indignos para toda persona, puesto que lo habrían llevado al patio obligándolo a estar boca abajo y con las esposas puestas, por lo que fue privado del sentido de la vista, lo que le impidió advertir los golpes de puño y patadas en su cuerpo, generando una mayor sensación de indefensión.
Producto de las agresiones, se constató que Ramón Alberto Alves Rubín, padeció heridas leves en todo el cuerpo, consistentes en escoriaciones en surco nasal, en cara lateral del cuello, en región superior izquierda del torax, abdomen superior izquierdo, en cara anterior de rodilla, en región metoniana derecha, en párpado superior izquierdo y equimosis rojo violácea en el párpado mencionado y en la cara superior interior superior de mucosa yugal izquierda. Todas de carácter leves según examen médico forense.
Ramón Alberto Alves Rubín (Gringo) pudo recuperar la libertad, al día siguiente (3 de febrero) a las 19 hs sin habérsele comunicado el motivo de la aprehensión, como tampoco fue revisado por médico alguno, previo a quedar en libertad. Además se le imputaron los supuestos delitos de “lesiones graves” y “Resistencia y atentado agravado por poner mano sobre la autoridad”. En relación a las “lesiones graves”, uno de los policías presentó traumatismo nasal y el otro fractura en zona de la mano superior derecha, según informe médico legal.
En tanto que su hermano Orlando Armando Alves Rubín fue imputado del supuesto delito de “Resistencia a la autoridad”.
El juez, Insaurralde, declaró la falta de mérito para el primero por los delitos que se le acusan, mientras que para el segundo declaró extinguida la acción penal por prescripción y sobreseyéndolo del delito que se le imputa (resistencia a la autoridad).
El Dr. Rodrigo Olivera Mansilla, actuó como abogado defensor de los hermanos Alves Rubín y también se presentó como querellante en la causa, contra los policías implicados.