“En primer lugar, se interviene dialogando con los propietarios y solicitando el cese del nivel de ruido o la infracción que se trate. Luego, si persiste la respuesta negativa ante reiterados pedidos, se procede a la multa o clausura del local o evento, tal como lo establecen las diferentes ordenanzas municipales” explican.
Desde la comuna remarcan que “no se trata de una censura a artistas, sino por el contrario de hacer cumplir las normas y respetar a los vecinos. Constantemente el Municipio realiza y acompaña numerosas actividades culturales y artísticas en toda la ciudad. Pero no se pueden avalar encuentros que imposibiliten la tranquilidad de los vecinos ya sea desde los ruidos molestos, la libre circulación y el uso de espacios públicos, entre otros”.
“Somos una gestión que apoya a la cultura en todas sus expresiones pero, por sobre todas las cosas, respeta a los resistencianos teniendo como premisa fundamental de trabajo que los derechos de una persona terminan donde comienzan los del otro” agregaron.
Al finalizar piden “colaboración entre todos, hagamos una ciudad más cultural y amigable con los vecinos”.