Una joven de 18 años, ingresó el domingo al hospital Escuela “General San Martín”, para ser atendida por una herida de bala en una de sus pantorrillas y ante la interrogación policial relató que fue atacada por delincuentes que quisieron robarle en la plaza del barrio Pirayuí.
Atento a que el paseo público está en jurisdicción de la Comisaría 13°, efectivos de esa dependencia comenzaron a recabar información con el registro de cámaras y con la recolección de testimonios para esclarecer lo sucedido. A medida que el oficial a cargo del caso escarbaba en la historia narrada, fue hallando incongruencias y “vacíos”.
Al cotejar con la versión dada por la mamá de la paciente, saltaron otros “puntos oscuros”.
Cabe señalar que se domicilian en el barrio Paloma de la Paz, por calle Valdepeñas jurisdicción de la Comisaría 21° Urbana.
Finalmente pudieron establecer que la lesión sufrida por la chica fue producto de un disparo de arma de fuego producido por su propio padre Ramón G. de 44 años, durante una discusión familiar, según la confesión de los partícipes.
Por cuestiones de competencia notificaron a la dependencia policial del barrio Ongay y desde la Fiscalía en turno se dispuso el inicio de actuaciones por “supuestas lesiones culposas, tenencia y portación ilegal de arma de fuego de uso civil y de guerra”.