El Servicio Penitenciario Federal (SPF), dependiente del Ministerio de Seguridad de la Nación, a través de la utilización de un “body scann”, detectó que un detenido había tragado un envoltorio con siete gramos de cocaína en la Unidad 7 – Prisión Regional del Norte, ubicada en Resistencia.
Durante un operativo de control de rutina, a través del sistema de trazas de dicho equipamiento, los penitenciarios notaron un elemento extraño en el cuerpo del recluso, por lo que se decidió trasladarlo al Hospital Perrando.
Allí, los médicos, mediante video-endoscopia, le extrajeron un envoltorio de nylon negro que contenía la droga.
El “body scan”, por rayos X y en 360 grados, detecta todo lo que tiene el cuerpo humano. Se trata de tecnología de última generación que el Ministerio de Seguridad de la Nación dispuso que se utilice en las cárceles para detectar el ingreso de elementos prohibidos.
Permite observar bajo algunas capas físicas, como ropa o piel, y detectar amenazas ocultas o incluso, dentro del cuerpo o en las cavidades corporales, como por ejemplo, armas metálicas y no metálicas, drogas, teléfonos celulares, contrabando de todo tipo, explosivos, herramientas.