Las empresas aseguran no contar con los recursos necesarios para llegar a la cifra de 38% solicitada a partir de febrero.
El conflicto salarial en los sanatorios de la provincia de Chaco llegó a un punto crítico con la implementación de un paro en todo el país liderado por la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad Argentina (Fatsa), encabezada por Héctor Daer. Aunque la medida tuvo una repercusión desigual en la provincia, con algunos establecimientos operando con normalidad y otros con guardias mínimas, la tensión laboral es evidente.
Los trabajadores de la salud privada están exigiendo un aumento del 38% en sus salarios a partir de febrero, mientras que las empresas argumentan dificultades financieras para cumplir con esta demanda. Ante esta situación, las propuestas de las compañías de realizar el incremento en dos partes durante dos meses han sido rechazadas por el sindicato.
A pesar de que el paro está programado para finalizar a medianoche, la falta de un acuerdo sobre el aumento salarial mantiene la incertidumbre en el sector. Las esperanzas se centran en la próxima reunión del martes, mientras que la solicitud de las entidades empresariales de una conciliación obligatoria ha sido rechazada por la Secretaría de Trabajo de la Nación, en línea con la política de no intervención sindical del gobierno actual.
El presidente de la Asociación de Clínicas y Sanatorios del Chaco (ACLYSA), Armando Frangioli, dialogó con Diario TAG y subrayó la difícil situación financiera que enfrentan, especialmente en comparación con las instituciones de la Capital Federal, donde los ingresos provenientes de pacientes con prepagas permiten una mayor capacidad de aumento salarial.
El incremento de los costos, especialmente de insumos y medicamentos dolarizados, continúa siendo una preocupación destacada. Frangioli señaló que los precios de los medicamentos experimentaron un aumento significativo desde diciembre, del 150% al 300%, presionando aún más los recursos financieros de los establecimientos, los cuales deben cubrir estos aumentos con los fondos recibidos de las obras sociales.
En cuanto a las negociaciones con las obras sociales, Frangioli expresó su frustración, indicando que los incrementos otorgados no son suficientes para hacer frente a los crecientes costos operativos.”Estamos en un momento muy difícil y los reclamos que estamos haciendo a la obra social INSSSEP no se están cumpliendo. Nos dijeron que nos darían el mismo incremento que a los empleados públicos y en cuanto al resto de las obras sociales, algunos incrementos son bajos, del 8% o 9% mensual”, enfatizó Frangioli.
Por otro lado, José Luis Sánchez Rivas, presidente de la Confederación Argentina de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados, señaló a Radio Milenium la necesidad de buscar alternativas de financiamiento ante la falta de aumentos claros por parte de las obras sociales sindicales, lo que agrava aún más la situación en el sector. “El único que nos ha dado un aumento claro fue el PAMI en el mes de enero, estamos hablando de otro en el mes de febrero. Y ahora aparece el gremio con un paro un poco intempestivo”, manifestó Sánchez Rivas.
“Las obras sociales sindicales a nosotros en el año 2023 tampoco nos dieron el 211%, hay algunas que nos dieron el 80%, el 100%, el 120%, o sea que el gremialismo que maneja las obras sociales tampoco estuvo a la altura de las circunstancias”, concluyó.