El trabajo se realizó a través del programa provincial «Reparar, Equipar y Construir Ciencia» y la puesta a punto implicó una inversión de más de 10 millones de pesos. Se trata de una máquina que tiene varias décadas y que se utiliza para separar rápida y fácilmente las fibras de algodón de sus semillas.
“A través de este programa buscamos contribuir al fortalecimiento de las capacidades de investigación científica y el desarrollo tecnológico e innovación de las instituciones que se encuentran en el Chaco”, resaltó Juan Martín Fernández, presidente del ICCTI. “Con la adquisición de equipamiento, la ejecución de construcciones o la reparación de equipos, queremos generar las condiciones necesarias para que se pueda hacer ciencia y tecnología en nuestra provincia”, agregó.
Fernández aclaró que el objetivo de esta iniciativa es contribuir a nivel local y complementar con los programas nacionales como el Equipar Ciencia, que apunta a financiar la compra de equipamiento de gran porte. “Tenemos líneas de trabajo para financiar el desarrollo de recursos humanos y para coordinar y vincular, pero si no hay condiciones materiales, que muchas veces requieren de equipamiento específicos y de alto costo, no se va a poder hacer ciencia avanzada y de frontera en nuestra provincia”, resaltó.
A través de una de las líneas del programa «Reparar, Equipar y Construir Ciencia», el INTA Sáenz Peña solicitó la reparación y limpieza de la desmotadora de su unidad de Calidad de Fibra de Algodón. “El comité evaluador de la convocatoria consideró relevante el pedido por la importancia que tiene esa desmotadora para el sistema de producción algodonera de la provincia”, aclaró el presidente del ICCTI. A la vez que señaló: “por medio de un convenio entre el INTA y la empresa Gensus se mejora la calidad del algodón, se producen semillas y se brinda esa genética a casi el 40% de la superficie sembrada a nivel nacional”.
Desde el instituto resaltaron que el INTA tiene un rol central al generar las variedades de semillas de algodón que se adaptan al clima y a las condiciones agroecológicas de nuestra provincia. “También incorporan genes de resistencia al glifosato y esas semillas son comercializadas por una empresa radicada en Avia Terai”, precisó Fernández. “Además, el INTA Sáenz Peña presta servicios a los productores locales, de manera que la ciencia y la tecnología chaqueña llega a amplias superficies de nuestro país”, agregó.
Puesta a punto de la desmotadora
En el mes de julio comenzaron los trabajos de reparación y limpieza integral de la desmotadora de algodón, los cuales finalizaron en septiembre. Hace unos ocho años aproximadamente que la maquinaria no estaba funcionando correctamente y por ese motivo la institución postuló un proyecto en la convocatoria realizada por el ICCTI. “Con esta reparación y regulación se busca garantizar que el desmote se realice de forma adecuada y que no se rompan las semillas ni se dañen las fibras, que son vitales para los ensayos que llevamos adelante”, explicó Diego Bela, quien trabaja en el Área de Mejoramiento Genético y Calidad de Fibra en la Estación Experimental Agropecuaria del INTA Sáenz Peña.
“Esta desmotadora es una máquina experimental de un solo cuerpo, tiene 80 sierras de 12 pulgadas y es muy importante porque se la usa para todos los desmote de las nuevas variedades que el INTA pone en el mercado a través de convenios con particulares”, indicó Bela. El equipamiento tiene cerca de 80 años y es el único que tiene el INTA en todo el país, su particularidad es que realiza un desmote lento con respecto a las desmotadoras comerciales. “Es una desmotadora de baja capacidad pero se usa hace mucho tiempo, exclusivamente, para las nuevas variedades que el INTA Sáenz Peña lanza al mercado”, agregó.
A su vez, la maquinaria sirve para desmotar el algodón agroecológico que se produce en la provincia del Chaco. “Cuando vienen cerca de una o dos toneladas de algodones brutos agroecológicos cosechados a mano se desmontan acá”, detalló el Ingeniero Industrial que es el responsable de la desmotadora de algodón del INTA. “Es una máquina que está pensada y creada para desmotar algodón relativamente limpio, con cosecha con pre limpieza simple o doble”, precisó.
La desmotadora estaba dañada hace un tiempo pero se la podía utilizar, el problema que presentaba es que al tener las sierras rotas, se dañaban las fibras y semillas de algodón. “Le faltaba un acondicionamiento general y reparación en varias de sus partes”, detalló Bela. “Ahora podemos hacer un desmote más suave y de mayor calidad, no se deberían romper ni las fibras ni las semillas y se limpiaría un poco mejor el algodón en bruto”, indicó. Desde el INTA Sáenz Peña precisaron que con esta puesta a punto se va a estirar la vida útil de la máquina por muchos años más.
“Nosotros realizamos el desmote de los planteles de nuevas variedades, de multiplicación y de los ensayos de los técnicos, que luego esas mejoras forman parte del nuevo paquete de semillas y de productos varietales que se ofrecen al mercado a través de las empresas con las cuales tenemos convenios”, aclaró. Algunas de las empresas que trabajan junto al INTA Sáenz Peña son Gensus, Halgón S.A.S. y Pato Pampa y también la Fundación Ramón Carrillo. “Esta puesta a punto de la desmotadora nos permitirá poder cumplir con un desmote de mayor calidad”, destacó. Además, remarcó: “el impacto que esto tiene para nuestra región es muy importante, porque estamos generando variedades nuevas al mercado algodonero para obtener un algodón 100 % argentino”.