El gobernador Jorge Capitanich en una nota brindada esta mañana a Victor Hugo Morales en AM750 de Capital Federal se refirió a los indicadores brindados por el INDEC en relación a la pobreza. El gobernador chaqueño cuestionó las mediciones del último informe del organismo que daba en un relevamiento de 31 conglomerados urbanos, al Gran Resistencia con un índice de “60,3 %” de pobres. Consideró que esto constituye un “error metodológico y estadístico”.
En sus declaraciones a AM750, el gobernador Capitanich explicó que: “el conglomerado urbano Corrientes y Resistencia, conocido como Gran Corriente y Gran Resistencia, están separados por el puente Chaco-Corrientes. En Corrientes, el porcentaje de pobreza es del 36%, mientras que en nuestra región es del 60%, lo cual es un error metodológico y estadístico por varias razones”.
Y seguidamente Capitanich explicó las razones esgrimidas: “Primero, nuestra región cuenta con un sector privado más desarrollado en términos de empleo formal, y tenemos un solo puente que nos divide, lo que implica una estructura social similar. Estas muestras suelen tener un alto nivel de rechazo o no respuesta, aproximadamente el 40% de los encuestados. Esto genera una extrapolación de datos que no es apropiada desde el punto de vista metodológico, ya que muchas veces se dejan sin respuesta 120 de las 300 encuestas. Por lo tanto, es posible considerar una medición de la pobreza basada en ingresos, pero sin crear diferencias significativas entre provincias o conglomerados”.
Además señaló que “en un país con una alta inflación, los ingresos por sí solos no pueden determinar con precisión el problema de la pobreza. Por esta razón, en la provincia del Chaco adoptamos un enfoque multidimensional para medir la pobreza, considerando tres componentes: infraestructura social básica, acceso a derechos y calidad de los mismos, y políticas de ingresos”.
En este sentido el gobernador señaló que no se han ponderado correctamente la situación de la canasta básica de alimentos y también se observan asimetrías en lo que respecta al costo de los servicios y transportes. “Es importante destacar que no se ha actualizado ni ponderado correctamente la canasta básica de alimentos en cada jurisdicción durante mucho tiempo. También observamos asimetrías en los costos de servicios y transporte entre nuestra región y Corrientes, lo que afecta los ingresos de las personas. Estas disparidades generan diferencias en la medición de la pobreza”, dijo el mandatario.
“Reconocemos que la pobreza es un problema grave, pero es necesario abordarlo de manera multidimensional, considerando no solo los ingresos, sino también la infraestructura, el acceso a derechos y la calidad de vida, incluyendo la informalidad laboral” agregó.
Si bien la tendencia en alza se mantuvo en todo el país, a las y los especialistas del El Instituto Provincial de Estadísticas y Ciencia de Datos de Datos del Chaco (IPECD) les llamó la atención la elevada cifra que sitúa a la capital chaqueña como la ciudad más afectada, sobre todo si se la compara con otras ciudades del NEA, con las que comparten estructuras regionales prácticamente idénticas y que son sometidas a un mismo contexto inflacionario.
Debido a esto, la provincia del Chaco realizó una presentación formal ante el Indec para solicitar la revisión de la metodología instrumentada, con el objetivo de brindar transparencia a la comunidad.
Informalidad y asimetrías en los ingresos
Capitanich señaló que la alta informalidad laboral en la región genera asimetrías en los ingresos, ya que los empleos formales suelen tener mayores ingresos en comparación con los empleos informales, que también enfrentan problemas de discontinuidad y acceso limitado al crédito.
“Para abordar este problema – dijo – se implementan políticas públicas que se centran en créditos no bancarios, apoyo al emprendimiento y estrategias para generar ingresos en las familias” agregó.
En este sentido señaló que es fundamental adoptar un enfoque metodológico multidimensional y contar con sistemas de medición de alta calidad para tomar decisiones en políticas públicas y abordar los problemas estructurales y coyunturales.
Capitanich recordó que en el pasado, se medía la pobreza a través de dos vectores: la pobreza por ingresos mediante encuestas y la pobreza estructural a través de censos que evaluaban necesidades básicas insatisfechas y condiciones de vida.
“En un contexto de concentración corporativa, desigualdades sociales y asimetrías territoriales, es necesario medir adecuadamente para corregir deficiencias y desequilibrios. Argentina ha enfrentado tres restricciones históricas: la restricción externa relacionada con la oferta de divisas, la restricción logística en inversiones y asimetrías territoriales, y la restricción energética”, explicó.
Capitanich explicó que la entrevista radial : “Este problema, que yo observo, es un problema serio y estructural de la República Argentina, tiene que ver con lo que se trata de un componente histórico, es decir, un proceso de apropiación de la tierra por parte de una oligarquía terrateniente, que generó una demora en la industrialización del país para la generación de empleo y equidad distributiva, que generó un sistema de centralización en la cobertura territorial y que, obviamente, a través de una alianza estratégica con Inglaterra, principal potencia de la época, lo que genera un modelo agroexportador en un sistema de inserción de la División Internacional de Trabajo, que nos genera enorme exclusión de carácter social y asimetrías en la distribución del ingreso”.
Y ponderó que “ las correcciones que se dan a través de gobiernos populares son denostadas claramente por los poderes corporativos, que obviamente generan un problema de articulación desde el punto de vista social, que muchas veces se da también con resultados electorales”.