Un estudio realizado en la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE posibilitó caracterizar fisicoquímicamente los residuos agrícolas de cosecha de mandioca (RACm) y comprender la dinámica de su descomposición. La información sobre el “rastrojo” de un cultivo es clave para definir prácticas de manejo y de fertilización.
Los residuos agrícolas de cosecha (RAC), o rastrojos, son los materiales que quedan en un campo luego que se haya cosechado el cultivo. Los RAC tienen diferentes finalidades en los agroecosistemas, por lo cual su caracterización es clave para aprovecharlos como un recurso en favor del suelo.
Para numerosos cultivos se conoce el RAC, pero en el caso del cultivo de mandioca en Argentina no se contaba con una caracterización del rastrojo.
En ese contexto, un equipo del Grupo de Investigación “Sistemas de Producción y Usos Alternativos de Cultivos Regionales” de la FCA UNNE llevó a cabo una serie de ensayos para caracterizar fisicoquímicamente el RAC de mandioca (RACm) y evaluar su descomposición.
“Los resultados del presente estudio evidencian una dinámica de la liberación de nutrientes a partir de la descomposición del RACm entero y partido que podría, en el mediano plazo, tener implicancias prácticas en la nutrición del cultivo y llevar a la modificación de las dosis de fertilizantes que deben ser aportadas al sistema productivo” se destaca en las conclusiones del estudio.
El equipo a cargo de la investigación estuvo integrado por el becario Adolfo Hupaluk, la Ing. Agr. (Mgter) Ángela Burgos, el Ing. Agr. (Dr.) Ricardo Medina y el Ing. Agr. (Mgter) Gabriel Pinto Ruiz, quienes resaltaron el logro de haber realizado la primera caracterización del “rastrojo” de la mandioca y evaluación de la descomposición de RAC de mandioca en Argentina.
Ensayos y resultados
Los ensayos se llevaron a cabo en el Campo Didáctico-Experimental de la FCA UNNE en la ciudad de Corrientes, mediante un diseño de 6 tratamientos de RAC de mandioca sometido a 2 tipos de manejo (entero y picado) distribuidos en bloques completos al azar y con 3 frecuencias de muestreo cada +/-90 días (septiembre, diciembre y abril) a fin de monitorear particularmente las concentraciones de Nitrógeno (%) y Carbono (%).
Previo al comienzo de los ensayos se tomaron muestras representativas del suelo, y también se hicieron muestreos en cada instancia de recolección de rastrojo.
Según los principales resultados del estudio, se logró determinar que el rastrojo de mandioca deja en superficie 6 toneladas de materia seca por hectárea, compuesta por 65% de tallos, 28% de láminas y 7% de pecíolos.
De acuerdo a las observaciones, inmediatamente después de la cosecha retornan con el RAC de mandioca seco entre 5200 kg de C/ha y 89 kg de N/ha.
En tanto, al finalizar el ciclo agrícola se liberaron entre 90 y 510 kg de C/ha dependiendo de si el rastrojo se encontraba entero o picado respectivamente, y se liberaron entre 11 y 9 kg de N/ha.
Relevancia
El becario a cargo del proyecto, Adolfo Hupaluk señaló que la mandioca es un cultivo “esquilmante”, porque es un gran extractor de nutrientes del suelo, que devuelve poco al sistema.
Por ello, si no se realiza un manejo adecuado se puede producir una degradación del suelo, un agotamiento por explotación excesiva.
En ese aspecto, la información generada sobre RAC de mandioca constituye un insumo de relevancia para los asesores técnicos y productores en la definición de las prácticas de manejo, con implicancias en particular en la nutrición del cultivo, y en las dosis de fertilizantes a aportar al sistema.
Remarcó que evaluar el residuo agrícola de cosecha es transversal a cualquier cultivo, pues es una tecnología de proceso, de bajo costo y que tiene alto impacto significativo en el sistema productivo.
“Esperamos que la caracterización del rastrojo de mandioca y de su descomposición aporte realmente a mejores prácticas de manejo de este cultivo que tiene gran potencial para la región, en especial para pequeños productores” concluyó.