La vicegobernadora Analía Rach Quiroga firmó, este miércoles, la resolución a través de la cual el Centro de Abordaje a las Violencias por Motivos de Géneros “María Cecilia Baroni” del Barrio La Rubita pasó a depender del Centro de Atención a Víctimas de Violencias (CAVV) de la Secretaría de Derechos Humanos y Géneros de la provincia.
Además, para un abordaje integral de la problemática barrial, la Secretaría de DDHH y Géneros y la Unidad de Políticas para la Igualdad de la Vicegobernación firmaron convenio con el Ministerio de Salud Pública para la articulación del trabajo entre los equipos técnicos del CAVV y de Salud Mental y Consumos Problemáticos.
De esta manera se busca la descentralización y optimización del CAVV (López y Planes 157), conformando guardias mínimas y turnos rotativos de profesionales, determinando a su vez criterios de cercanía del domicilio y conveniencia para las personas víctimas de violencias por motivos de género.
“Este Centro de Abordaje “Cecilia Baroni”, es el primero de los 10 centros proyectados en la provincia junto a las 60 áreas de géneros en 60 de los 70 municipios del Chaco”, indicó la mandataria.
El CAVV es un dispositivo creado en 1996 que tiene como una de sus autoras a María Cecilia Baroni, abogada y una gran referenta política de la provincia del Chaco. “Es un reconocimiento al CAVV en el trabajo de formación y acompañamiento que viene haciendo en cada una de las áreas”, agregó Rach Quiroga.
Por otro lado, destacó que la provincia por primera vez tiene un presupuesto con perspectiva de agenda. “Este es un hecho político importantísimo porque entendemos la política como herramienta de transformación de la realidad y las realidades se transforman con un Estado presente tomando decisiones”, subrayó.
En ese sentido aseguró que este Gobierno cree en un Estado como transformador de la realidad. “Hay quienes piensan que estas políticas públicas son un gasto, como lo pensó el anterior gobierno, que entre el 2015 y el 2019 no invirtió en materia de géneros, no construyó un solo dispositivo, recortó y quitó derechos, ampliando y profundizando enormemente las desigualdades”, concluyó.
La acompañaron la secretaria de Derechos Humanos y Géneros Silvana Pérez; la ministra de Salud Pública Carolina Centeno; la subsecretaria de Salud Comunitaria, Entornos Saludables y No Violentos Josefina Bittel y la consultora Nacional de Salud Mental de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Liliana Urbina.
Sostener la política con lógica territorial
A través del convenio el Ministerio de Salud Pública garantizará que residentes profesionales de la salud mental asistan a las personas que se encuentran alojadas en el Centro María Cecilia Baroni. “Garantizará la cobertura de salud mental al centro y otorgará conocimientos de abordaje territorial y cultural a las y los residentes, es fundamental que la formación de profesionales de salud mental sea interprofesional y con la mirada de la lógica del territorio”, explicó.
En ese sentido señaló que uno de los grandes desafíos es pensar la política de salud mental de manera transversal y destacó la creación de la residencia de salud mental comunitaria (iniciada el año pasado), que permite salir de la lógica de los hospitales, completamente diferente a la lógica de territorio.
“La definición política de esta gestión en general y de la vicegobernadora en particular siempre fue ampliar derechos y no es una posición fácil, porque es donde se exterioriza la política, a la que hay que sostener ante millones de críticas”, aseguró.
En ese sentido resaltó la importancia de defender lo conquistado sabiendo lo que falta. “Tenemos un Norte y tenemos una vicegobernadora que nos conduce, desde el ministerio estamos y vamos a seguir estando para sostener este tipo de espacios que cambian y desafían las lógicas que tienen las instituciones de miles de años de patriarcado”, expresó.
Políticas de género y de salud mental en los territorios
Silvana Pérez recordó que el presupuesto con perspectiva de género permitió que por primera vez haya inversión particular para espacios de atención integral de las violencias.
La funcionaria detalló que este espacio en La Rubita se dividirá en dos alas: el alojamiento, que ya cuenta con cinco mujeres en situación de violencia viviendo con la contención necesaria; y un ala de atención en horarios de funcionamientos. “Esta área no es para urgencias, sino para la atención comunitaria y trabajo con las organizaciones y las y los vecinos del barrio junto con los equipos de profesionales de salud mental, y de género que trabajarán interseccionalmente”, detalló.
La consultora de la OPS, Liliana Urbina, marcó la importancia que tiene trabajar las políticas de género y de salud mental en los territorios. “Es imprescindible llevar adelante un trabajo intersectorial y comunitario. Porque solo en el territorio se pueden abordar los casos de una forma integral teniendo en cuenta las particularidades del entorno y así llegar a una verdadera transformación”, aseguró y celebró la integración al centro de La Rubita al CAVV.