Y en esa búsqueda de oportunidades, Joaquín encontró el amor por el fútbol, pero por supuesto que lo había heredado de su padre.
Desde muy chico arrancó su carrera en el Club Sampdoria de Temperley, probó de volante central en Boca hasta que los gastos en transporte para viajar al entrenamiento hicieron que la economía familiar sucumbiera y así recaló en Lanús, que lo fue a buscar todavía como jugador de campo.
“Hasta los 11 años jugué en el medio, era un volante rústico. Pero yo era medio vago y, cuando vi que en Lanús había que correr y saltar vallas, no quise ir más. Mi viejo me convenció para que probara en el arco y me gustó. Ahí empezó todo”, contó a Infobae.
Tuvo un paso importante por varios clubes
Cuatro años más tarde, Joaquín o Puche como le decían los chicos de la pensión pasó a ser uno de los arqueros de la Primera de Lanús y promesa en la Selección Juvenil Sub 17. “Yo era un villero, un cabeza de tacho al que no le importaba nada. Siempre fui al frente en todas las canchas. Creo que eso era lo que más llamó la atención de mí, la personalidad”, detalló.
En ese entonces, Luis Zubeldía lo convocó para realizar la pretemporada en Córdoba con el plantel profesional. “Yo no entendía nada. En la primera cena, me agarré una milanesa con papas fritas. Los más grandes me cagaron a puteadas. Ahí estaban Chiquito Bossio, había llegado Mauricio Caranta, Agustín Marchesín y Esteban Andrada”, confesó.
De esa manera, Joaquín al formar parte de las juveniles en el Sub 17 logró entrenarse a la par con el Dibu en el predio de AFA en Ezeiza. Si bien estuvo a la sombra y fue suplente del golero que se consagró en Qatar, el villangelense surgido en la cantera de Lanús hizo carrera y hasta hoy se mantiene vigente en el Ascenso.
Joaquín juega en el ascenso del fútbol argentino
Actualmente, Puche se encuentra jugando en el ascenso argentino, más precisamente en San Miguel. “Dibu es un loco que va a ser un loco toda su vida”, cerró.