Un proyecto del Instituto de Botánica del Nordeste (UNNE-CONICET) buscará conocer el aporte de la vegetación nativa y/o exótica al espectro polínico atmosférico de las ciudades de Corrientes y Resistencia.
En distintas ciudades y regiones de Argentina se realizan estudios de “Aeropalinología” en los que se analiza la composición y características del polen y esporas presentes en el aire. Una de las aplicaciones de estos estudios se relaciona con la salud, debido a la existencia de especies de polen o esporas que pueden ser causantes de alergias, como las rinitis alérgicas.
Los estudios aeropalinológicos con aportes para el tratamiento de alergias se registran principalmente en las regiones del Centro, Noroeste y Patagonia, siendo escasos o nulos los realizados en la región Nordeste.
En este contexto, desde el Instituto de Botánica del Nordeste (UNNE-CONICET) consideraron propicio iniciar los primeros estudios de este tipo para la región, con el objetivo de poder consolidarse como un nodo permanente de muestreo aeropalinológico.
“Conocer la composición del polen presente en el aire tiene distintas aplicaciones, entre ellas su vinculación con casos de alergias en las personas que son sensibles, es lo que buscamos profundizar en esta primera etapa” explicó la Dra. Laila Miguel, autora principal del estudio.
El trabajo se hace además en colaboración con investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE, el Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (Universidad Nacional de Córdoba – CONICET) y del Instituto de Ciencias Biológicas y Biomédicas del Sur (Universidad Nacional del Sur – CONICET).
Para el estudio, se proyecta realizar muestreos en ambientes urbanos y periurbanos de las ciudades de Resistencia y Corrientes, lo que permitirá evaluar la dinámica del aporte de polen en el aire durante las distintas estaciones del año, e identificar aquellas especies de plantas nativas y/o exóticas que producen polen con potencial alergénico.
De esta forma, se generará información de base que podrá ser de utilidad para la población sensible a padecer alergias causadas por polen, para contribuir con los profesionales de la salud en el diagnóstico y prevención de alergias, así como para profesionales de la planificación urbana, evitando la proliferación en espacios verdes de especies productoras de polen potencialmente alergénico.
RELEVANCIA
“La intención es avanzar por medio de un trabajo colaborativo con otras disciplinas” señaló en esa línea la Dra. Miguel, respecto a los alcances del estudio que cuenta con la dirección del Dr. Leonardo Galetto, del IMBIV (UNC-CONICET) y la co-dirección de la Dra. Cristina Salgado Laurenti, del IBONE (UNNE-CONICET).
Comentó que en otros países existen bases de datos de especies de plantas productoras de polen identificado como alergénico, y también se cuentan con estaciones de muestreos que son de consulta permanente.
En Argentina varios de los centros de muestreos aeropalinológicos tienen vinculación con redes de profesionales alergistas y en algunos casos con organismos de planificación urbana.
“No todos los granos de polen poseen alérgenos, ni tampoco debe generarse temor por la presencia de polen potencialmente alergénico en el ambiente” aclaró la responsable del proyecto y explicó que existen distintos factores, como las condiciones meteorológicas, que inciden en la proliferación de alergias debido al polen, y de allí la necesidad de estudios integrales.
DETALLES DE MUESTREOS
Para avanzar con el proyecto, en los muestreos en ambientes urbanos de ciudades de Corrientes y Resistencia se utilizarán distintos tipos de equipamientos y métodos.
Uno de los métodos más sencillos es por gravimetría, con “trampas-Tauber”, que consisten en frascos con tapas aerodinámicas, en los que por gravedad caen los granos de polen presentes en el aire. Los recipientes contienen agua para contener los granos de polen, glicerina para evitar la evaporación del agua y fenol para evitar el desarrollo de hongos u otros organismos.
Estos frascos quedan un mes en un sitio, tras lo cual se le aplica un proceso de concentración y se extrae una muestra para analizar y cuantificar los granos de polen y esporas en microscopio.
Otro método que se utilizará, es el “muestreador Rotorod”, de muestreo por impacto, un equipo que se instala en lo alto de un edificio, y posee unas varillas en las que quedan adheridas las partículas que circulan por el aire. Una vez por día se extraen las varillas que se analizan en microscopio.
Actualmente, el grupo de investigadores cuenta con un equipo Rotorod cedido en comodato por la Universidad Nacional del Sur a la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE.
Por último, a futuro podrían realizarse muestreos por medio de equipos más avanzados como el captador Hirst, ya utilizado en otros centros científicos del país, que posibilita hacer una lectura por hora, y monitorear así la presencia del polen en distintos momentos del día.
En base a la identificación de los granos de polen, se reconocerá la especie vegetal a la que pertenece y finalmente se hará un cruzamiento con bases de datos internacionales que registran las especies que poseen polen alergénico.
CONOCIMIENTO DE INTERÉS
Así se irá generando una base de datos de los granos identificados, las especies vegetales a las que pertenecen, los sitios en los que se encuentran, la abundancia de estas especies, la época de floración, y demás aspectos de relevancia.
Con la información lograda se prevé avanzar en el diseño de un “calendario polínico”, en los que se detallen los períodos de producción y liberación del polen de cada una de las diferentes especies de plantas, en especial aquellas que generan las alergias estacionales.
“Es mucha la información que se puede generar sobre el tema por medio de los estudios aeropalinológicos, así como numerosas las aplicaciones, por lo que el avance del proyecto representará el surgimiento nuevas líneas de trabajo y objetivos” concluyó la Dra. Laila Miguel.
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