Nancy Sotelo asumió en marzo de 2020 como delegada del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) en el Chaco. En un repaso por estos dos años y medio de gestión, dio cuenta de las principales demandas de la sociedad durante la pandemia, el proceso para recibir una denuncia y tratarla en el ámbito del organismo, y los desafíos de la gestión frente a cambios sociales profundos respecto a la época en que fue sancionada la ley que dio marco normativo a esta institución a nivel nacional, en 1988.
Durante la charla con Agencia FOCO, hizo mención también a situaciones específicas en las que la delegación chaqueña intervino durante la pandemia, y marcó en especial que la vuelta a la presencialidad en ámbitos educativos “ha potenciado los hechos y vínculos violentos”.
“La discriminación está presente en todos los ámbitos. Nuestra mayor aspiración es hacer entender que esas situaciones impiden acceder a un derecho”, resaltó la delegada y puso énfasis en “la responsabilidad de cada uno dentro de los ámbitos estatales” en un contexto de “fragmentación del Estado”. “No hace falta crear otro organismo. Si cada funcionario y funcionaria pudiera tener una apertura a articular, estaríamos mejor”, afirmó.
“Se instaló en el sentido común que discriminar está mal”, dijo, y consideró que resulta “urgente poder tener una mayor llegada hacia todas las personas” y que se conozcan los mecanismos para acceder a hacer una denuncia (a través de redes sociales o presencial), y sobre todo conocer nuestros derechos. “El desafío más grande es poder tener una llegada y un acercamiento con todas las personas y comunidades”, subrayó.
Las denuncias en ámbitos sociales
La delegada del INADI Chaco con alumnas del profesorado de Ciencias de la Educación de la UNNE.
Apenas Sotelo comenzó su gestión, en marzo de 2020, surgió en todo el mundo la situación de pandemia por Covid-19 y de aislamiento en el país. “Tuvimos una gran demanda de asesoramiento durante el proceso de la no presencialidad. Tuvimos y todavía tenemos muchas consultas a través de redes sociales y del WhatsApp, pero en muchas ocasiones no se concretan las denuncias de manera formal”, comentó.
De hecho, algunas situaciones se denuncian en redes sociales o incluso llegan a los medios de comunicación antes que se institucionalicen en la delegación chaqueña del organismo. “Pasa muchas veces que la denuncia es social y luego cuesta materializar la manera formal e iniciar un expediente. Nos piden la intervención en muchos casos, pero cuesta el proceso de hacerse cargo de la denuncia”, agregó.
Para Sotelo, la pandemia intensificó la violencia en sus diferentes formas, las cuales se extendieron hasta estos tiempos. “Las consultas cotidianas que tenemos tienen que ver con conflictos en ámbitos vecinales, con manifestaciones odiantes. Los discursos de odio están atravesados en todas las esferas. Esto nos preocupa mucho, no sólo al INADI sino también a nivel estatal, porque no hay una regulación del uso de internet”, resaltó. En ese sentido, recordó que tanto el INADI como la Defensoría del Público se enfrentan con la imposibilidad de intervenir, y sólo pueden asumir como rol el brindar recomendaciones o acompañamiento.
“Cuando recibimos consultas por hechos puntuales de discriminación, abordamos, asesoramos y tomamos la denuncia. Pero muchas veces, eso trasciende un hecho puntual de discriminación e involucra situaciones mayores de violencia que ponen en riesgo a una persona o a una comunidad. Allí, lo que hacemos es asesorar y acompañar para que la denuncia sea efectuada ante la justicia, porque nuestra competencia no es penal”, explicó.
Las situaciones donde se perciben discursos de odio motivaron las primeras intervenciones del organismo en el inicio de la pandemia. Sobre este aspecto, Sotelo recordó: “Cuando surgió el foco y varios casos en el barrio Toba (de Resistencia), se dio un abordaje complejo en el cual distintas áreas del Estado tomaron como referencia de qué hacer un cordón sanitario. A partir de allí surgieron reclamos en cuanto a la discriminación hacia personas de las comunidades indígenas”. “Fuimos parte de la mesa que se conformó, atendiendo a reclamos de personas con Covid, no sólo de las comunidades indígenas, que se encontraban aisladas y tuvimos conflictos que se resolvieron gracias a la intervención de la directora del hospital Perrando. Lo que ocurría puntualmente con personas de comunidades indígenas era la falta de comunicación por no tener intérpretes. No comprendían que no se les negaba la atención y se sumaban cuestiones que hacían a un malestar colectivo”, repasó.
Otras situaciones durante aquel período de aislamiento más estricto fueron denuncias en las redes sociales ante posibles situaciones de peligro o de existencia de contagios, se señalaban casas, negocios y profesiones. “Fueron meses bastante complejos durante ese primer año de pandemia”, describió la delegada.
El proceso para plasmar una denuncia
Las vías para concretar una denuncia ante la delegación chaqueña del INADI son dos: presencial, en la sede ubicada en calle Catamarca 64, de Resistencia; y si la persona tiene alguna imposibilidad de acercarse a ese lugar, puede comunicarse a través de mensajes directos en las redes sociales que se consignan al final de esta nota. En este último caso, se ofrece un asesoramiento específico para completar un formulario. “En este formulario la persona relata el hecho que quiere denunciar y va acompañado de una fotocopia de su DNI”, puntualizó.
A partir de allí –precisó la delegada- se inicia la apertura de un expediente. El proceso se completa con otros pasos como la notificación a la o las personas denunciadas, una instancia de mediación y diálogo, requerimiento de otras pruebas. “Es un proceso que se inicia a partir de que la persona firma el formulario y da el consentimiento. Y el punto final es donde el organismo emite un dictamen, favorable o no, es decir, si considera o no que el hecho denunciado significó un hecho de discriminación. Este dictamen es una herramienta que puede o no ser llevado ante la justicia por la persona que denunció”, explicó.
En ese punto, Sotelo resaltó que INADI “no tiene un poder sancionatorio”. “Muchas veces este es el requerimiento más urgente para una persona o grupo que se encuentra en una situación de discriminación”, indicó.
Una ley sancionada en otra época
El marco normativo en el cual apoya su labor el INADI es de 1988. “Es una ley que necesita una modificación urgente. Una de las trabas que tiene esa modificación es una visión punitivista y otra visión que no lo es. Pero lo cierto es que está desfasada”, subrayó Sotelo.
De aquel tiempo a esta parte –menciona- en el país avances significativos en materia de derechos como las leyes de matrimonio igualitario y de identidad de género. “Creemos que es necesario que se actualice la ley y el Plan Nacional contra la Discriminación, que tiene más de 15 años”, indicó.
Mientras se aguardan esos avances indispensables en materia normativa, la delegada marcó el surgimiento de “nuevas formas de delitos y formas de violencia en el ciberespacio, un escenario complejo de abordar, pero que representan mecanismos utilizados por personas violentas”.
“Tenemos mucha demanda de todos los espacios educativos (nivel inicial, primaria y secundaria), porque en esta vuelta a la presencialidad una de las demandas al organismo tiene que ver con el ámbito de la educación, las relaciones y los vínculos en todos los espacios”, comentó, agregando que también han tenido intervenciones en instituciones para personas adulta. “Nos llama la atención cómo esta vuelta a la presencialidad ha potenciado los hechos y vínculos violentos”, alertó.
El Mapa de la Discriminación
Ámbitos donde se experimentó discrminación en el Chaco. Fuente: INADI.
En el marco de la Campaña Federal INADI de Ushuaia a La Quiaca, el pasado 21 de septiembre se presentó en Resistencia, el Mapa de la Discriminación, un relevamiento que realiza periódicamente el organismo con el objetivo de producir conocimiento sobre las formas en que se expresa la discriminación en Argentina.
“Los datos presentados son hasta 2019, porque el trabajo se interrumpió por la pandemia”, reflejó Sotelo y sumó: “Chaco, Santiago del Estero y Salta son provincias que ponen en primer lugar a la situación de pobreza ligada a la discriminación. Y otro dato relevante es que la mitad de las personas encuestadas mencionó que vivió algún hecho de discriminación en la vía pública”.
“En estos datos que arroja el mapa podemos ver que los hechos de discriminación dejan de naturalizarse. Quizás en años anteriores uno no percibía que padeció discriminación, y ahora comienza a revertirse esa invisibilización en cuanto a la discriminación como un problema que impide el acceso a un derecho”, sostuvo.
Otro dato relevante que pudo verse en el Mapa es la cuestión de género, que en años anteriores no se visibilizaba como una condición de discriminación, y datos vinculados al aspecto físico y la denominada “gordofobia”. “Son datos relevantes al momento de poder ver en números lo que a veces parece difícil de cuantificar y, a partir de allí, ser una herramienta importante al momento de elaborar una política pública”, marcó.
Tipos de discriminación en los principales ámbitos en el Chaco. Fuente: INADI
“El racismo no es sólo tener una interpretación sobre una persona con piel de color, sino también los vínculos que se dan con pibes y pibas de las villas”, agregó. En este punto, mencionó los talleres en el marco del programa federal de INADI “Escuelas sin discriminación”, y las formas en que se manifiesta el racismo estructural en los vínculos de la cotidianeidad, marcando que “no es lo mismo abordar en una escuela que tiene un gabinete psicopedagógico y que está ubicada en el microcentro de la ciudad, que en una escuela que está pasando el cordón de la avenida Soberanía Nacional”.
Fue más allá y recordó, a modo de ejemplo, la situación que el año pasado se vivió en el Colegio Don Bosco de Resistencia, donde se había organizado una feria de ciencias con la participación de distintas escuelas. Allí, algunos padres y madres acudieron a quejarse y, en algunos casos, retiraron a sus hijos porque una de esas escuelas, de Gestión Social y Cooperativa, adoctrinaba a los estudiantes. Este caso motivó una denuncia de la Escuela del barrio Emerenciano ante el INADI.
“Son situaciones que explotan y visibilizan de manera muy brusca, pero hablan de cómo son los vínculos sociales que estamos construyendo. Por eso es importante tener un mapa y una estadística donde se pueda cuantificar esta manera de construir lazos sociales”, sostuvo la delegada.
Otro dato que surgió del Mapa es que el 54% de los encuestados, al ser consultado sobre lo que debería hacer el Estado frente a la discriminación, respondió que debería dar más énfasis a la educación. Aquí, y como reflexión final, Sotelo resaltó la necesidad de ir más allá de capacitaciones, talleres y tareas de apoyo que se brindan a través del INADI, y fortalecer la dinámica de articulación entre todas las instituciones y organismos que ya existen, para un abordaje más efectivo.
¿Qué es el INADI?
El Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) es el organismo del Estado argentino que tiene por objeto elaborar políticas nacionales para combatir toda forma de discriminación, xenofobia y racismo. Se ocupa de impulsar políticas públicas federales y transversales articuladas con la sociedad civil y orientadas a lograr una sociedad diversa e igualitaria.
Es el principal organismo de aplicación de la ley de Actos Discriminatorios. Tiene a cargo el diseño y la actualización periódica del Plan Nacional contra la Discriminación.
Algunas de sus funciones y competencias son:
-Recibe denuncias por actos de discriminación y genera marcos de acompañamiento a las víctimas de todo el país mediante canales de atención al público y delegaciones.
-Actúa como un organismo consultivo y de asesoramiento técnico, idóneo en la materia, cuyos dictámenes, recomendaciones y opiniones son de relevancia para el accionar del Estado y de la sociedad civil.
-Realiza en forma periódica campañas de difusión masiva y capacitaciones que buscan sensibilizar y promover las prácticas antidiscriminatorias.
Las vías de atención
Para la atención al público, el INADI dispone de la línea gratuita 168, que funciona todos los días, de 9 a 19 horas, incluyendo sábados, domingos y feriados. Las personas sordas pueden mandar un video vía WhatsApp en Lengua de Señas Argentina al 1144049026
Las oficinas de la delegación del INADI en el Chaco se encuentran en calle Catamarca 64 de la ciudad de Resistencia. Y las vías de contacto a través de redes sociales son Inadi Chaco en Facebook e Instagram, a través de mensajes privados.