La presentación de poesía comenzará a las 19 y la de novela a las 20, ambas en el Escenario Violeta del Domo del Centenario.
En poesía el 1er Premio fue para Pamela Fierro por El hambre de los espejos, con el seudónimo Río de Sal; el 2do para María Lara Shaffer por Quienes hablan cuando escribo, con el seudónimo Brote; y el 3ero para Matías Ávalos por A favor del agua, con el seudónimo Ayarabi.
Mientras que en novela el 1er Premio fue para Darío Ruido por su obra Los propósitos, con el seudónimo de Goldman; el 2do para Alicia Rossi por Las carimbas del Silencio, con el seudónimo de Oganga; y el 3ro para Gregoria Leiva, por Ahora que estamos solos con el seudónimo de Elda. Además, en novela se otorgaron una Primera Mención a la obra Los días inútiles de Pamela Fierro con el seudónimo Río de Sal y Segunda Mención a la obra: Crayones en la piel, de Franco Boillat, con el seudónimo Cronopio.
El titular de Cultura, Francisco Tete Romero remarcó que “El apoyo a la literatura no se declama, precisa acciones concretas. Estos concursos vienen a estimular la labor de las y los escritores del Chaco”.
Destacó al Jurado de los premios, Alicia Genovese, Juano Villafañe y Natalia Aldana, en el caso de poesía; y Orlando Van Bredam, Alejandro Vaccaro y Susana Ríos en el caso de novela; autores que prestigian la labor literaria y el trabajo intelectual.”
Adelantó además que “se van a imprimir 6000 ejemplares que para nosotros es un número muy importante para este momento del mundo editorial. Y hay que destacar que las editoriales se elegirán vía licitación pública, para garantizar la transparencia administrativa, y se va a dar en el marco del Compre Chaqueño.”
Sobre las obras
Alicia Genovese, en representación del Jurado de Poesía señaló que: “El hambre de los espejos es una obra ajustada en sus recursos discursivos, capaz de explorar y abrir sentidos, y sostener un campo de significaciones personales a partir de la esfera cotidiana más próxima. Con esa materia sensible los poemas hilan su extrañeza y alcanzan enorme densidad; construyen maneras de acercar o acercarse al mundo, maneras de que algo de ese mundo permanezca.”
“Quienes hablan cuando escribo” son poemas que reconstruyen un diálogo mínimo pero intenso. Trabaja con elementos que movilizan, por cotidianos y por estar reubicados en el imaginario de la escena. Se destaca la experimentación que alterna sujetos poéticos, con distintas identidades.”
“A favor del agua” es una escritura aventurada en metáforas que a través de una segunda persona interlocutora interroga y reflexiona emocionalmente acerca del desvalimiento humano, la muerte, la hostilidad.”
Sobre las novelas ganadoras, el Jurado señaló que “Los Propósitos es simple y profunda, creemos lo que le pasa al personaje del principio al fin. Se plantea la existencia del hombre, del hombre común, agobiado por el tedio de sus días. Con un lenguaje coloquial propio de nuestro entorno nos adentra en el territorio del vacío, la inutilidad de las cosas, las trampas y vicios del sistema.
“Las carimbas del silencio, nos interpela con un tema que muchos nunca nos preguntamos: la negritud en nuestro país. La trama intercala textos del libro de los hermanos, y los vínculos de una nieta y su abuela, se van desentrañando los mensajes de las almas de los muertos. Arroja luz sobre ese pasado negado por la historia oficial.
“Ahora que estamos solos lleva al lector a recordar su propia historia con una prosa ágil y cuidada. Construida desde una intriga, expone secretos de familia, costumbres de nuestra zona y las ataduras que nos determinan si nos ceñimos a nuestro pasado.”
Sobre las menciones otorgadas a Los días inútiles y Crayones en la piel, el jurado expresó que “es oportuno estimular a los escritores que realizaron un trabajo serio, cuidado y creíble, para alentarlos a seguir escribiendo.”