El tema del Hidrógeno Verde ingresó a la opinión pública imprevistamente cuando en noviembre de 2021 el presidente Alberto Fernández cerraba un acuerdo con la empresa australiana Fortescue Future Industries para establecer una planta en Río Negro y convertir a esta provincia patagónica en un polo de exportación mundial de ese combustible.
Si bien sus características y propiedades eran desconocidas para el común de la gente, hubo referentes de la ciencia como el doctor Juan Carlos Bolcich que dedicó gran parte de su vida en promover las virtudes de este elemento. Este físico e ingeniero, ex Director del Instituto Balseiro, estuvo presente en la Facultad de Ingeniería de la UNNE para brindar la charla “Desafío y oportunidades del Hidrógeno Renovable”. La disertación estuvo organizada por el Departamento de Termodinámica de esa unidad académica y por el Rotary Club Barranqueras
Bolcich consideró al Hidrógeno (H) como un elemento capaz de generar electricidad y ayudar junto a las demás energías limpias (la eólica, fotovoltaica y la hidráulica) a disminuir el efecto invernadero, causado por la combustión del petróleo y sus derivados.
Propuso pensar en el desarrollo del mercado local de la producción de Hidrógeno, antes que su exportación. La instancia local permitirá el afianzamiento y consolidación de empresas, la formación de recursos humanos y la generación de fuentes de trabajo “muchas más que los actuales sistemas de generación de energía”, sostuvo el también presidente de la Asociación Argentina de Hidrógeno.
Pero ¿qué es el Hidrógeno Verde? y ¿cómo se lo obtiene?. El H es el elemento químico más abundante del Universo, pero en la Tierra se lo encuentra vinculado con otros elementos: agua, carbón, gas natural, etc. Para aislarlo y poder utilizarlo se utilizan grandes cantidades de energía generada a partir de hidrocarburos con un proceso que sigue alimentando el efecto invernadero.
Se lo denomina Hidrógeno Verde, cuando para aislarlo se utiliza un proceso electrolítico a partir de corriente eléctrica proveniente de energías limpias renovables: fotovoltaica o la eólica. A diferencia del Hidrógeno Gris -hoy representa comercialmente el 95 % del mercado- que se lo obtiene a partir de hidrocarburos.
En este punto, se entiende los alcances del acuerdo firmado por el presidente Fernandez con la firma australiana, ya que el proyecto contemplaría la construcción de un parque eólico que alimentará la planta de producción de hidrógeno a partir de agua de mar desalinizada.
Apuesta. El doctor Bolcich ve el impacto ambiental que la matriz energética e industrial causa al planeta como la principal fuerza impulsora para volcarse a la producción de H verde.
“Si uno viera la brecha entre las emisiones actuales de CO2 y lo que se debiera emitir para que la temperatura global del planeta no supere el 1,5ºC…2ºC, se tendría que bajar a la mitad la emisión de carbono hacia el 2030. Lo cual implica inversiones cuantiosas en energías limpias y renovables”.
“En la transición de los combustibles fósiles al uso del hidrógeno hay una matriz energética diversa y cada vez más limpia, y que en ese camino “una de las opciones es mezclar gas natural con hidrógeno, lo que se puede hacer perfectamente”.
“Hay que pensar que la combustión del hidrógeno sólo produce vapor de agua. Estamos en presencia de algo que es totalmente limpio, inagotable, abundante, y con gestión distribuida va a dar los beneficios de mejora de la calidad de vida para todos los habitantes”, expresó.
“El Hidrógeno tiene la gran virtud de hacer una gestión verdaderamente distribuida de la energía. El sol sale para todos, el viento también surca o barre nuestros territorios para todos, lo importante es tener las tecnologías y las capacidades tecnológicas financieras para hacer las instalaciones que correspondan”.
Receta. La propuesta del doctor Bolcich es apostar al desarrollo de las energías renovables y complementarlas con el H Verde para potenciar la matriz energética nacional. “El H es un elemento totalmente flexible y aplicable a cada sistema, subsistema y parques de energías limpias, de modo tal que se puede utilizar todo este conjunto energético o al menos de almacenamiento de esa energía”.
En esta idea de combinar fuentes de energía Bolcich consideró viable mezclar gas natural con H Verde, “por un lado se potencia el gas natural (con gran reserva en Vaca Muerta) y por otro lado se disminuyen las emisiones de CO2 y el óxido de Nitrógeno de los equipos de combustión (utilizados en la producción de Hidrógeno verde) disminuyendo la emisión que produce el efecto invernadero.
“La pregunta que generalmente nos hacen es: ¿el H es seguro?, Si, es totalmente seguro. Se producen en el mundo 70 millones de toneladas por año, pero hasta ahora con un destino que no es precisamente el energético, pero en 10 o 20 años se convertirá en una demanda extraordinariamente grande”.