Ebru Akinci es una de las diez escultoras internacionales que compite por el primer premio en la Bienal Internacional de la Escultora 2022. Nació en Estambul, Turquía, se formó en la Universidad de Bellas Artes de la misma ciudad y se especializó en escultura en piedra, en la ciudad de Carrara, Italia.
Sus obras son reconocidas en todo el mundo y tienen la particularidad de destacarse por la composición de las formas y texturas opuestas en cada una de ellas, formando un perfecto equilibrio. En el último año, (solo por nombrar algunos) expuso en El Cairo, Egipto; en Julienne, Francia y en Xinghan City, China.
Concentrada, metódica, rigurosa. Fue una de las escultoras que comenzó a dar forma a su pieza de mármol el día domingo, un día después del inicio de la competencia. Pese a esta situación se tomó unos minutos, después del almuerzo y antes de comenzar su jornada de trabajo, para dialogar con la Agencia FOCO.
“Generalmente trabajo con piedra. La piedra mantiene las características del formato y la materia. La piedra y el mármol llevan las huellas de la historia de vida de la tierra en sus curvas, colores y texturas, encierran este proceso en su propio proceso”, explica Ebru sobre su trabajo y conocimiento del material que moldea.
Su propuesta para la competencia se llama “Chrysalis” y la idea principal del proyecto es la idea de la transformación. El mismo simboliza la eterna continuidad y transformación de la vida y el desarrollo de sus elementos.
Sobre cómo es ser artista en Turquía
Aunque Akinci se formó en Europa durante muchos años, decidió regresar y ejercer su profesión desde su país natal. Al consultarle si en alguna oportunidad se encontró con alguna dificultad para desarrollarse en su país, ella explica que “ser artista en Turquía es como en cualquier parte del mundo” y que “es una profesión difícil en cualquier lugar. A todos nos cuesta ser artistas”, asegura.
Ser mujer tampoco fue un impedimento para ella en el mundo del arte. “Los hombres tienen más fuerza física, eso es verdad. Pero también depende mucho de la técnica que se utilice en cada obra. Ser mujer y hombre, es indiferente si uno tiene la técnica necesaria y los materiales”, cuenta y agrega que, “eso demanda mucho estudio, trabajo y profesionalización”.
Sus expectativas sobre la competencia
Al haber participado de innumerables eventos internacionales a lo largo de su trayectoria, Ebru cuenta que “con muchos de los competidores ya nos conocemos” y que, es un objetivo común, “aprovechar esta competencia para hacerse amigos, conocer nuevas personas y llevarse bien”. A pesar de las demoras que tuvo para iniciar su obra, “espera que su proyecto vaya muy bien y pueda alcanzar lo que trata de explicar”.
Esta es su primera vez en el país, sin embargo, no deja pasar la oportunidad para comentar que, para ella, “la conexión con la pieza de mármol es muy importante. Es una conexión con mi alma y es el legado que quiero dejar en esta provincia”. Al mismo tiempo, demuestra sorpresa y alegría por el recibimiento de las personas en nuestra provincia, a quienes califica como “muy amables y hospitalarias”.
Más sobre Ebru
Exposiciones y Simposios
2019 – 11. Simposio Internacional de Escultura en Piedra Julienne. Julienne, Francia.
2018 – 22. Simposio Internacional del Festival Dell’arte Sul Mare, San Benedetto Dell Tronto, Italia.
2017 – 17. Festival de la Escultura de Mármol Saint Beat. St Beat, Francia.
2016 – 4. Simposio Internacional de Escultura de Piedra de Gilena Artifex’16. Gilena, España.
2016 – 3. Simposio Internacional de Escultura de Piedra Tabriz. Tabriz, Irán.
2012 – 12. Simposio Internacional de Escultura de Piedra Borkel En Schaft, Países Bajos.
2011 – 6º Feria Internacional de Arte de Tallado y Concurso Internacional de Tallado de Piedra. China (Hui’an), China.
2011 – Simposio Internacional de Escultura de Piedra Bergen Rocks RDC, Red Deer, Canadá.
2011 – 21. Simposio Internacional de Escultura de Piedra en Galilea, Maalot-Tarshiha, Israel.
2005 – 3. Simposio Internacional de Escultura de Piedra de Estambul. Estambul, Turquía.
Desde Agencia FOCO agradecemos a Felipe Herrero (equipo de traductores de la Bienal) por la predisposición y colaboración en la entrevista.