La metodología podría aplicarse a otras imágenes satelitales de gran nivel de detalles.
Los satélites SPOT (Satellite Pour l’Observation de la Terre: Satélite Para la Observación de la Tierra) son una serie de satélites de observación terrestre, disponiendo de resoluciones de 1,5 a 6 metros.
El programa Spot fue desarrollado por el Centro Nacional de Estudios Espaciales de Francia, junto a una participación menor de Suecia y Bélgica, y el acceso a las imágenes resulta sumamente costoso en lo económico.
Pero investigadores de la UNNE identificaron la disponibilidad en el catálogo de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) de Argentina, de una imagen satelital SPOT 6, de la zona del Gran Resistencia Chaco.
Si bien es una imagen SPOT-6 tomada el 27 de septiembre de 2013, los investigadores de la UNNE consideraron importante su aprovechamiento, debido a la calidad y prestación de este tipo de imagen, muy superior en nivel de detalles a otras fuentes habitualmente utilizadas en los estudios como Landsat o Sentinel, por lo que se consideró factible su utilización para estudiar la distribución espacial de la vegetación acuática.
La vegetación acuática es muy característica de los cursos de agua y lagunas existentes en el Área Metropolitana del Gran Resistencia, al ser un área urbana desarrollada sobre ambientes acuáticos, pero su estudio se torna complejo por la dificultad de acceso, así como la gran cantidad de indicadores que inciden en el comportamiento de este tipo de vegetación.
Por ello, el acceso a la imagen SOPT-6, por su definición -alta resolución espacial-, permitió ajustar una metodología de teledetección para la identificación de la distribución espacial de la vegetación acuática del Gran Resistencia.
El estudio fue realizado por el Magíster Cristian Da Silva, director del Laboratorio de Tecnologías de la Información Geográfica (LabTIG), dependiente conjuntamente de la Facultad de Humanidades de la UNNE y del Instituto de Investigaciones Geohistóricas (IIGHI) de la UNNE-CONICET, y el Dr. Osvaldo Cardozo, del docente del Departamento de Geografía de la Facultad de Humanidades de la UNNE e investigador del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo Territorial y del Hábitat Humano (IIDTHH) de la UNNE-CONICET.
RELEVANCIA
“Contar con una metodología para el seguimiento de la vegetación acuática constituye un aspecto esencial para el monitoreo de las condiciones ambientales del área urbana, dado que indica, en cierta medida, el grado de intervención humana” destacó el Magíster Da Silva.
De esta forma, remarcó la importancia de poder utilizar la teledetección para estudiar la vegetación de lagunas y ríos, un tipo de cobertura que no es muy estudiada en el campo académico-científico, pero que es característica del Gran Resistencia y de la región.
Respecto al trabajo de ajuste de la metodología, explicó que sobre la imagen SPOT-6 se aplicaron tres tipos de clasificaciones, conocidas como “Random Forest”, “Máxima Similitud” y “Árbol de Decisión”.
De los tres métodos, el más adecuado resultó el de “Árbol de Decisión” que, en base a la imagen, calcula un “Índice de agua” que permite distinguir todo lo que se observa en superficie y que tiene humedad, así como un “Índice de Vegetación”.
Ambos índices combinados posibilitan la teledetección del curso de agua y su vegetación.
Da Silva explicó que la vegetación acuática constituye una de las coberturas de vegetación más complejas de monitorear, pues, como se mencionara previamente, implica la integración de varios parámetros para su identificación.
Es que la vegetación acuática tiene un contexto en el cual puede existir un pelo de agua que la acompañe, un ambiente húmedo, otro tipo de vegetación o puede estar en periodo seco, y ser afectada por incendios u otras condiciones ambientales, lo que genera cambios en la reflectividad de la vegetación para su identificación adecuada por medio de las imágenes satelitales.
“Por eso el método de Árbol de Decisión resultó el más adecuado como metodología para la detección de este tipo de coberturas” señaló.
Por su parte, el Dr. Cardozo reiteró que la metodología utilizada podría ser aplicada a otros tipos de imágenes que, por cuestión de coste económico, se utilizan habitualmente en la región tanto desde las áreas de investigación como en los organismos gubernamentales y que tienen también gran nivel de detalles.
Señaló que haber trabajado con la imagen SPOT-6 fue muy relevante para conocer más sobre las prestaciones que brindan imágenes de tamaña resolución, así como para corroborar las capacidades científicas de los investigadores de la UNNE y CONICET de aprovecharlas.
Indicó que el objetivo del equipo de investigación es aportar herramientas para que desde los organismos competentes pueda seguir fortaleciendo el uso de las tecnologías para el estudio y monitoreo del territorio y los recursos naturales, en este caso de la vegetación acuática que cumple una misión ambiental clave pues es indicadora del estado de los cursos y cuerpos de agua.
El Magíster Da Silva acotó que la metodología ajustada posibilitaría no sólo caracterizar la situación de la vegetación acuática en un momento dado, sino se podrían realizar comparaciones mediante imágenes de distintos periodos de tiempo.
Así, por ejemplo, el acceso a imágenes más viejas, tanto SPOT como otras fuentes, podrían incluso ayudar a realizar comparaciones con periodos previos a las ocupaciones urbanas sobre las lagunas del Gran Resistencia y determinar su incidencia en los cambios de la distribución de la vegetación acuática.
En esa línea, recordó que el Gran Resistencia llegó a contener más de 60 lagunas, número que se fue reduciendo por las urbanizaciones, al igual que los otros cursos de agua, como el Río Negro o el riacho Arazá que también se vieron afectados por la acción antrópica.
La vegetación más característica son el carrizal sobre Río Negro, el camalote y repollitos de agua en las lagunas, mientras que en lagunas ubicadas en zonas más urbanas se puede encontrar el Irupé, especie que fue introducida por organismos gubernamentales como plantas ornamentales.
“Creemos que la metodología que ajustamos permitirá tener algún indicador de cambio para visualizar el fenómeno de la distribución espacial de la vegetación acuática” concluyó.
Los responsables del trabajo destacaron que el proyecto se alinea con uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 de Naciones Unidas, relacionado a gestionar de manera sostenible los bosques, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y detener la pérdida de biodiversidad.
La investigación se enmarca en el “PI 21H009: Empleo de Tecnologías de la Información Geográfica para la generación y análisis de las coberturas de la tierra en la Provincia de Chaco para 1990 y 2020”, financiado por la Secretaria General de Ciencia y Técnica de la UNNE.