El secretario General de la UTA, Raúl Abraham, salió a desligar a la organización sindical de la responsabilidad de eventuales medidas de fuerza que se tomarían a partir de la próxima semana, como consecuencia de la “insuficiencia” de los subsidios que “impide” a las empresas a sostener el servicio en todos los horarios y frecuencias pautadas.
La advertencia se conoció ayer y surgió de la Federación Argentina de Transportadores por Automotor de Pasajeros (FATAP). En un comunicado de prensa, desde la entidad indicaron que “de persistir la situación actual las empresas prestadoras del servicio de transporte público urbanos y suburbanos del interior del país tendrán que suspender los servicios entre las 22 horas y las 6 de la mañana, y darle prioridad a los que funcionan en hora pico”.
Desde Fatap denunciaron “incumplimientos reiterados” del gobierno nacional, que de los 70.000 millones de pesos necesarios para dar cobertura mínima al presupuesto año 2022, por medio del DNU 331/22, “ha decidido asignar solo 38.000 millones, lo que representa un 45% menos de lo solicitado y que está destinado a cubrir gastos básicos, como salarios y mantenimiento de las unidades”.
A ello suman “los constantes incrementos en el precio del gasoil” y “el agotamiento del stock disponible y la falta de reposición del consumido”.
“A pesar de que el sector del Transporte Público Automotor de Pasajeros del interior del país ha realizado un gran esfuerzo para explicar las muy desfavorables condiciones en que la actividad se desarrolla, hasta el momento no ha obtenido respuestas acordes a la gravedad de la situación que la afecta”, añade FATAP.
En este contexto aseguraron que advirtió que “de persistir la situación actual las empresas prestadoras del servicio de transporte público urbanos y suburbanos del interior del país tendrán que suspender los servicios entre las 22 y las 6 de la mañana, y darle prioridad a los que funcionan en hora pico”.
Medida de la patronal
De lado de los choferes, Abraham aseguró que se enteraron de las eventuales medidas por los medios de comunicación, pero “desconocen” los pormenores de la decisión.
“Tal como está planteado este conflicto, los trabajadores no seremos responsables de las medidas de fuerza sino que sería un lock out empresarial impulsado por la federación”, que conduce Gustavo Larrea.
De todas maneras, los trabajadores continuarán en alerta teniendo en cuenta que la próxima semana comienza un nuevo mes y se acerca la fecha de un nuevo pago de salarios, cuya demora generó un paro de actividades que afectó el servicio de las líneas urbanas de Resistencia.