En comunicación con Radio Provincia, Cramazzi apuntó que “desde un primer momento, cuando se aprobó la nueva Ley de Alquileres, desde los distintos colegios, la Cámara Inmobiliaria Argentina, no estábamos de acuerdo porque no iba a favorecer ni al inquilino ni al propietario, no obstante, el área política, los diputados y senadores, no lo interpretaron así y aprobaron la ley”.
En ese sentido, diagnosticó que “esto trajo aparejado que hoy a los inquilinos prácticamente los destrozaron, y los propietarios sacaron sus inmuebles y comenzaron a caer las ofertas. También, con la vuelta de clases presenciales, hubo una gran demanda, y han subido los precios”. “La nueva ley estipuló que se actualice cada 12 meses y con índice que lo publica el Banco Central, con estos índices de inflación, fueron más altos que si uno hubiese pactado como se venía haciendo los aumentos. Verdaderamente ahora se dieron cuenta que, más el déficit habitacional que hay, era una barbaridad”, reiteró.
Al respecto del debate de las modificaciones que aún se analizan en comisiones, planteó que es “un adelanto muy importante que nuestros legisladores, después de tres años, se dieron cuenta que aprobaron una ley que es una barbaridad, y que ahora la están debatiendo de vuelta”. “Eso es un paso importantísimo, porque la dirigencia política pocas veces reconoce que hicieron mal las cosas”, asestó.
Desde las expectativas del sector inmobiliario, señaló que “pretendemos achicar los plazos a 24 meses y actualizar semestralmente, con la inflación, un alquiler escalonado y un consenso sobre las partes”, y sostuvo que “si escuchan, si verdaderamente son coherentes los legisladores nacionales, tiene que salir una ley que no vuelque para ningún lado, que sea una contratación libre, con plazos de 2 años, y ver las actualizaciones”.