La vicegobernadora, Analía Rach Quiroga; la directora de Inclusión Social de la Nación, Verónica Lorenzo; y la ministra de Desarrollo Social de la provincia, María Pía Chiacchio; participaron de la ceremonia de entrega de equipos e insumos para el proyecto Salud y Gestión Menstrual, una propuesta que tiene una mirada no sólo formativa sino también sanitarista y ambientalista.
Los aportes se dieron a través del programa Potenciar Inclusión Joven y el encuentro que también incluyó un conversatorio con quienes encaran la iniciativa en Resistencia, Barranqueras y Fontana.
El proyecto tiene un componente vinculado a talleres que tienen por objetivos brindar conocimientos vinculados al proceso del ciclo menstrual, las ventajas económicas y ambientales en el uso de toallitas ecológicas y capacitación en el armado de toallas de telas para uso personal y promover el desuso de productos descartables.
Así, se trabaja en una de formación en torno al ciclo menstrual desde el paradigma de la salud menstrual, la perspectiva ambiental y de género, además de capacitación y elaboración de productos ecológicos; y una segunda etapa que se orienta a la promoción territorial de la gestión menstrual desde la perspectiva de sustentabilidad ambiental y el cuidado.
Potenciar inclusión joven
En la actividad que tuvo lugar en el Centro de Prevención de Consumos Problemáticos, en la que también dijo presente la subsecretaria de Juventudes y Diversidad, Julieta Campo, se repasó el impacto territorial de Potenciar Inclusión Joven, que se aplica en Chaco gracias al acompañamiento de la secretaría nacional de Inclusión Social.
En cifras, existe en Chaco un universo de 118 proyectos sociocomunitarios; sociolaborales y socioproductivos y el fortalecimiento de capacidades a través de la formación, destinados a 3.540 jóvenes entre 18 y 29 años, de 35 localidades de la provincia, contando con fondos de inversión para equipamiento, materias primas, insumos y recursos humanos.
La implementación de los proyectos en las localidades es acompañada por las figuras de 100 promotores jóvenes y 140 talleristas. Los promotores y las promotoras hacen el seguimiento de las diferentes instancias del programa durante los 12 meses de desarrollo del mismo, fomentando siempre con las y los jóvenes participantes la perspectiva de género y la promoción de derechos. En cuanto a quienes se desempeñen como talleristas, son responsables de las actividades de formación específicas de cada proyecto.