En líneas generales no es distinto de lo que se conocía hasta ahora y ratifica que el gobierno miente, cuando dice que no habrá ajuste y que se mantendrá la recuperación económica iniciada el 2021.
A ello cabe sumarle la ratificación de una elevada inflación, que seguramente les servirá para diluir en parte el gasto público. Como también una perlita en el terreno previsional que, en importante medida desmiente a Guzmán y al propio presidente, cuando aseguraron que no habría reforma allí.
En esencia, el documento que hicieron llegar a legisladores y a la prensa dice :
*Que se cambiará la forma de aumentar los salarios públicos, en lugar de por inflación será por crecimiento del producto. Como se espera poco incremento de este y alta inflación, impactará a la baja en dichos salarios.
*Que se destinarán menos recursos a las provincias y empresas públicas. Esto perjudicará la actividad económica en aquellas y deteriorará las prestaciones de estas últimas.
*Que habrá aumento de tarifas, lo que impactará sobre los precios y los ingresos de las familias.
*Que se incrementarán las tasas de interés, lo que golpeará aún más sobre la actividad económica, encareciendo el crédito a las personas y a las empresas.
*Que habrá recorte del gasto público, aunque dibujen que no sucederá, por la disminución del déficit fiscal y de la emisión monetaria aceptadas. Incluso, si la recaudación va por encima de lo acordado (gracias a la inflación, por ejemplo), lo que sobre se destinará a “reducir el déficit fiscal de forma acorde”.
Respecto al dólar establecieron “mantener el tipo de cambio efectivo real en general sin alteraciones en relación con los niveles de fin de enero de 2022”. En buen romance devaluar con la inflación, alimentando esta al mismo tiempo, claro. Es también un freno a la economía para acumular las reservas comprometidas.
Finalmente en el terreno previsional una perla: se pusieron de acuerdo con el FMI en buscar “la prolongación de la vida laboral”. Es decir, que la gente siga trabajando después de cumplir los años para jubilarse actuales, 60 para la mujer y 65 para el hombre.
¿Si eso, aunque digan “voluntariamente”, no significa un cambio de fondo en el sistema previsional, cómo se debe denominar?
Además, en un país donde hay cinco millones de personas desocupadas o que no pueden trabajar lo necesario, prolongar la vida laboral taponando la creación de empleos, es una canallada. Después dicen que quieren reemplazar los planes por “empleo genuino”.
Rechazamos absolutamente este acuerdo con el FMI del gobierno, apoyado por la derecha de Juntos por el Cambio.