Estas perturbaciones en el sistema, frente a un pico de demanda, promueven una inestabilidad que alteran la capacidad efectiva de la prestación del servicio eléctrico generando fluctuaciones de tensión o cortes en el suministro.
La recurrencia de estos eventos con carácter estacional, intensificados por una ola de calor con mínimas máximas y máximas récord, requiere un abordaje sistémico para evaluar las causas de estos colapsos; ya que el sistema eléctrico del NEA tiene una exigencia muy diferente al de otras regiones por la elevada carga de climatización. La región NEA tiene el consumo de energía promedio más elevado, sobre todo en verano. Vale destacar que la temperatura promedio del nordeste es de 22°C, del NOA es de 19°C y el de Argentina es 17°C.
A priori no se trata de un problema de megavatios sino de megavares, es decir, no es un problema de potencia activa sino de potencia reactiva.
El plan de inversiones en alta, media y baja tensión en la provincia ha sido significativo, tal es así que abonan en el territorio dos estaciones transformadoras de 500 KV, lo cual da magnitud de la inversión realizada por el electroducto NOA-NEA y Rincón Santa María – Puerto Bastiani.
Las Estaciones Transformadoras Chaco y Resistencia, más las centrales térmicas del área, configuran una potencia en la provincia de 1030 MVA (megavoltamperio) y aguas abajo del nivel de 500 KV la potencia instalada es de 1327 MVA suficientes para satisfacer la demanda actual de la provincia sin perturbaciones potenciales.
No obstante, lo cual, los problemas existen y son harto evidentes.
Reiteradas salidas de 500 o 132 KV en cualquier punto del sistema eléctrico producen inestabilidad en el sistema, por ello es imprescindible establecer una estrategia de trabajo y aplicación de automatismos de compensación reactiva, mediante bancos de capacitores u otros equipamientos eléctricos para dar estabilidad a la tensión con el fin de morigerar y atenuar estas perturbaciones del sistema.
La primera fase de resolución de este problema consiste en una investigación urgente destinada a modelar el sistema y estudiar los flujos de energía en la red provincial y regional para que, en 30 días, se definan acciones y cursos alternativos que permitan optimizar la gestión eléctrica.