En ese contexto, la utilización de pirotecnia de alto estruendo en épocas festivas es una problemática que perjudica a los animales y es una cuestión que la gestión municipal busca prevenir mediante propuestas junto al Centro Veterinario Municipal, ubicado en avenida San Martín 1845, y cuyo teléfono es 448 – 6199.
La dinámica de los días festivos expone a los animales a sufrir estrés por exceso de ruido y explosiones. Debido a su sensibilidad auditiva, los ruidos fuertes pueden causarles pánico y provocar conductas no habituales como escapar sin rumbo y perderse, dañarse, o lastimar a las personas. Además, pueden padecer palpitaciones, taquicardia, jadeo, salivación, temblores, sensación de insuficiencia respiratoria, aturdimiento y pérdida del control, entre otros. Dependiendo de cada caso particular.
El subsecretario de Ambiente, Pablo Alegre, señaló que “desde la Dirección General de Veterinaria y Zoonosis se completaron diversas campañas de difusión y de concientización con instituciones públicas y privadas acerca de la tenencia responsable de las mascotas, del correcto cuidado de las mismas promoviendo la higienización, explicando la importancia de la castración para el control poblacional, la vacunación y la desparasitación”, y agregó que “esto se pudo alcanzar gracias al Centro Veterinario Municipal y a diferentes profesionales independientes que se sumaron”.
En igual sentido, detalló que “las acciones concretas que se llevaron a los diferentes barrios de Resistencia estuvieron referidas a tareas preventivas con dos frentes de trabajo, donde el Centro Veterinario Municipal en su sede prestó atenciones clínicas, desparasitación, vacunación y castración”, y continuó diciendo que “por otro lado, con el programa Mi Mascota se hizo hincapié en la importancia de la castración y la higiene, donde un equipo de especialistas se trasladó con el quirófano móvil y las moto ambulancias en conjunto con veterinarios independientes, y se atendió a las gatos y perros de manera gratuita”.
Sobre la concientización del no uso de la pirotecnia de estruendo, precisó que “se entendió el daño que le ocasiona a los animales, y por eso el Municipio fomentó la no utilización de fuegos artificiales de fuerte estruendo a través de diferentes iniciativas, como acompañar el programa “No a la pirotecnia, remontemos barriletes”, impulsado por la concejala Katia Blanc”.
Asimismo, la principal recomendación es ubicar a las mascotas en un espacio donde estén cómodos, con sus juguetes habituales, comida, agua y algún sonido con el que estén familiarizados, y obviamente evitar arrojar pirotecnia cerca de los perros y gatos.
En una misma sintonía, la pirotecnia ruidosa como bombas de estruendo causan aumento de ansiedad, pánico y desorientación tanto en perros como en gatos debido a que ambos tienen más desarrollada la audición que los humanos. Además, por lo general suelen estar solos en casa esas noches festivas lo cual agrava la situación. Es importante cerrar bien puertas y ventanas para que no puedan escaparse, perderse y para que el ruido sea menos intenso. Lo ideal sería estar con ellos para distraerlos y acompañarlos pero muchas veces no es posible.
En fundamental no medicar al animal sin que un médico veterinario haya prescrito una droga específica para cada especie o raza.
Por último, Alegre sostuvo que “tanto los vecinos y vecinas como las organizaciones formales, no formales, públicas y privadas de Resistencia tomaron muy bien las acciones propuestas y se sumaron inmediatamente, entendiendo que es un problema y que hay que buscar la forma de tener una fiesta segura para las mascotas y evitar su sufrimiento”.