El mandatario detalló que la iniciativa además pone en valor el aporte de 220 organizaciones de la sociedad civil que agrupan alrededor de 2500 recuperadores urbanos que “con su esfuerzo serán capaces de promover un ambiente sano y saludable”.
Capitanich, quien estuvo acompañado de la vicegobernadora Analia Rach Quiroga y la secretaría de Desarrollo Territorial y Ambiente, Marta Soneira; aseguró que avanzar en la separación de residuos “es urgente”. “Este programa es el primer paso”, dijo y explicó que “en los próximos dos años debemos tener cooperativas fuertes y trabajadores muy bien organizados”.
“Queremos que les vaya muy bien y que cada vez tengan mejores ingresos a través del cuidado del ambiente”, aseveró el mandatario provincial. Explicó que el programa tiene como meta que el Chaco sea una provincia que tenga, en todos los municipios, la capacidad de procesar residuos sólidos urbanos y eliminar definitivamente los basurales a cielo abierto para mejorar la calidad de vida de todos y todas.
Detalló que el Chaco produce más de 1200 toneladas de residuos urbanos pero que en la actualidad solo se procesa el 1%. “Esto implica un desafío porque es razonable pensar que el 20% puede ser procesado, y esto es muy importante desde el punto de vista de la recuperación”, mencionó.
Por ello anticipó que desde el Gobierno “se fomentarán redes, a lo largo y ancho de cada uno de los municipios, para alcanzar la meta de 50 mil empleos en los próximos dos años”.
“En el Plan de Gobierno Chaco 2030 propiciamos una agenda ambiental que promueve el desarrollo sostenible, y esto implica generar las condiciones para que cada chaqueño y cada chaqueña puede gozar del ambiente sano”, mencionó.
Agregó que como parte de esta agenda se trabaja en la preservación de los bosques nativos y que para ello, junto al Gobierno Nacional, se impulsa la iniciativa de que los países industrializados compensen, a través de un bono, a aquellos que son los generadores de oxígeno en el mundo. “Hay un proceso de destrucción del planeta por parte de los países industrializados, que son los grandes emisores de dióxido de carbono, quienes son los que deben compensar”, dijo.