El proyecto plantea además una serie de indicadores de monitoreo ambiental como herramienta de gestión de riesgos para esa laguna pero aplicable a otros cuerpos de agua urbanos.
El avance de los asentamientos humanos en el Área Metropolitana del Gran Resistencia (A.M.G.R.), dio lugar a una dinámica del desarrollo urbano caracterizada por la expansión y apropiación de los ecosistemas lénticos, como las lagunas urbanas.
Las lagunas urbanas prestan importantes servicios ecosistémicos como depósito de agua dulce en las cuencas, reservorio de nutrientes y retención de sedimentos, ofrecen hábitats para la flora y la fauna manteniendo así la biodiversidad de los ambientes aledaños y generan espacios de recreación, entre otras funciones.
Pero las lagunas también son áreas frágiles y vulnerables al deterioro ambiental.
En ese contexto, un estudio realizado como Tesina de Graduación de la Licenciatura en Gestión Ambiental, de la Facultad de Ingeniería de la UNNE, analizó la situación ambiental de la “Laguna Los Lirios”, la más grande de la ciudad de Resistencia, y exponente de los procesos de degradación ambiental que afectaron a los distintos cuerpos de agua del AMGR debido a los cambios históricos de la expansión urbana.
El objetivo general del proyecto fue caracterizar la situación ambiental actual de la laguna Los Lirios, relevando información sobre aspectos bioquímicos, biológicos, geomorfológicos, paisajísticos y demográficos, que permitan evaluar los cambios a través del tiempo que han conducido a la degradación de este cuerpo de agua.
Además, en base a la información obtenida, se planteó también como objetivo general poner en práctica una herramienta de registro de daños o puntos críticos, basada en indicadores, que permita lograr la disminución de los impactos negativos de las acciones humanas sobre este ambiente.
“El avance urbano sobre el área de influencia de la laguna Los Lirios provocó cambios significativos tanto en la estructura de este cuerpo de agua, como en su funcionalidad y en la biodiversidad” destacó respecto a las conclusiones del estudio la Lic. Marta Delgado, autora del Trabajo Final de Carrera por el cual obtuvo su título de grado.
Resaltó que la propuesta de indicadores de monitoreo ambiental para la gestión de riesgos para la Laguna Los Lirios elaborada en el marco de la tesina, se constituye además en una herramienta viable para otras lagunas del Gran Resistencia.
“Los resultados obtenidos podrán ser utilizados por organismos técnicos y ejecutivos del gobierno municipal y provincial de Chaco, habida cuenta de las actas de compromiso firmadas por sus referentes para la realización de este trabajo” expresó la Lic. Delgado, quien contó con la dirección de la Dra. Griselda Oria y la Co-dirección del Ing. Carlos Depettris.
DETALLES DEL TRABAJO
Para el estudio, se analizaron distintas variables como ser “dimensiones generales del cuerpo de agua”, “espacio disponible entre borde de la laguna y asentamientos poblacionales en la laguna”, “densidad de población que ocupa el borde de la laguna”, “vegetación presente en el área de estudio” y “presencia de contaminación bioquímica y bacteriológica”.
Asimismo, se evaluaron las “transformaciones históricas del paisaje del sitio estudiado”, utilizando trabajo de campo, antecedentes obrantes en organismos oficiales y herramientas SIG (Sistema de Información Geográfica), obteniendo datos integrados de representaciones gráficas y cartográficas considerando el análisis comparativo de 6 periodos comprendido entre los años 1935/ 2020, y el análisis Físico- químico del agua entre el 2005/ 2020.
Debido a la gran extensión de la laguna Los Lirios, cerca de 65 hectáreas, para el estudio se dividió la laguna en dos sectores.
PRINCIPALES CONCLUSIONES
Entre las conclusiones, se destaca que el avance urbano sobre el área de influencia de la laguna Los Lirios provocó cambios significativos tanto en la estructura de este cuerpo de agua, como en su funcionalidad y en la biodiversidad.
En el caso del Sector I de la laguna, se pudo visualizar el crecimiento acelerado de la zona urbana, aunque se aclara que en los últimos 4 períodos se mantuvo estable, y que la masa vegetal y la planicie son inversamente proporcionales con respecto a esta, el tamaño del cuerpo de agua se conserva relativamente constante (su porcentaje disminuye gradualmente) en comparación con las otras variables.
El Sector II, a diferencia, sufrió un avance lento del área urbana sobre la planicie de inundación durante los tres primeros periodos estudiados (1935 – 1998)
En el total de la laguna, a partir de 2002 en adelante su avance fue más vertiginoso entre la avenida Noveri y la defensa, desarrollo que no sólo disminuyó la planicie de inundación sino el borde natural de la laguna, quitándole área de superficie al cuerpo de agua, además de despojar la masa vegetal (13,24%) y por ende la biodiversidad.
Según se destaca en el estudio, los cambios más importantes en la Laguna Los Lirios ocurrieron en los aspectos relacionados con el uso del suelo, la obras de control y la interconexión de los desagües entre la laguna Arguello y Los Lirios.
Es en el perímetro del borde de la laguna, de ambos sectores de estudio, donde los asentamientos poblacionales dejaron prácticamente sin acceso el ingreso a la misma, lo que causó la fragmentación del cuerpo de agua y la disminución de la flora y fauna que habita en este recurso natural.
En relación a su composición, se explica que las transformaciones en su mayor parte consistieron en relleno de borde con materiales de construcción, lo que provocó reducción de la superficie original de ésta laguna y generaron conexiones de desagües informales y aumento de la acumulación de residuos sólidos urbanos.
Esto provocó que se incremente la sedimentación, generando enriquecimiento excesivo de nutrientes en algunos sectores y contaminación en la corriente que llevó a la eutrofización y en el perímetro de los bordes.
Como consecuencia de los procesos mencionados se registró una considerable disminución de masa vegetal en ambos sectores estudiados y en general en toda la extensión del borde de la laguna hecho fácilmente observable.
Se comprobó degradación y pérdida de hábitats para fauna y flora nativa, reducción del territorio para el desplazamiento de especies, con la consecuente pérdida de composición natural y original de biodiversidad de este tipo de ambiente.
Los relevamientos, permitieron observar que aumentó considerablemente la acumulación final de residuos sólidos urbanos, como chatarras y escombros que causan estrechamiento del cauce; obstrucción de circulación del agua y canalizaciones, disminuyendo la capacidad de absorción de agua de precipitaciones (impermeabilización) que antiguamente evitaban las inundaciones y la contaminación por fluidos provenientes de desagües cloacales y de uso doméstico clandestinos, entre otros.
La Lic. Delgado explicó que estudios anteriores a la tesina sugirieron una revisión del cumplimiento de las normativas municipales y provinciales en materia de preservación de lagunas urbanas, “sin embargo poco se ha concretado”.
Al respecto, indicó que no se avanzó en la relocalización de la población en el borde de la laguna ni se impide su asentamiento en la actualidad, con lo cual es de esperar que el deterioro siga avanzando.
En cuanto al monitoreo ambiental, el trabajo de la Lic. Delgado plantea una serie de 20 indicadores relacionados al estudio de paisaje, evaluación de la biodiversidad, análisis de los factores demográficos y poblacionales, avance de la contaminación y estudios bioquímicos y físico-químicos.
Los indicadores fueron aplicados a la Laguna Los Lirios pero se señala la viabilidad de ser implementados para el estudio de la situación ambiental de otras lagunas del área metropolitana.
RELEVANCIA DEL TRABAJO
“Es imperativo revalorizar la importancia en cuanto a funcionalidad de los espacios ocupados por lagunas urbanas para preservarlos, ya que así se conserva la biodiversidad y se estabiliza el equilibrio ambiental con mira al desarrollo sostenible de estos espacios vitales urbanos” indicó la Lic. Delgado en referencia a que lo observado en la Laguna Los Lirios se replica en otros cuerpos de agua.
Expresó que la existencia de problemas ambientales y de sostenibilidad en el proceso del desarrollo urbano exige intervenciones y políticas públicas importantes basadas en evidencia e información clara y transparente.
Agregó que, a pesar de que las normativas nacionales, provinciales y municipales contienen lineamientos de protección de las lagunas urbanas y de toda biodiversidad que habita en el territorio ocupado por ellas, muchas veces sus aplicaciones son tardías y reglamentan cuando el deterioro ambiental está muy avanzado.
Recordó que actualmente sobreviven un total de 83 lagunas (meandros) en el Área Metropolitana del Gran Resistencia, con distintos grados de deterioro y modificación de su estructura original, en su funcionalidad y en su biodiversidad.