La Fundación PJ Chaco junto a la Fundación Deolindo Felipe Bittel realizaron un acto homenaje este viernes 1° de octubre por la tarde en la Sede del Partido Justicialista al submarinista chaqueño Celso Oscar Vallejos tripulante del ARA San Juan. Estuvieron presentes su madre, Zulma Sandoval; Nora Salas de Bittel, presidenta de la Fundación Deolindo Bittel y Karina Galo.
En el acto se realizó la entrega de una placa a Zulma Sandoval, madre del jóven submarinista, en agradecimiento por el ejemplo de su lucha y perseverancia. “Agradezco mucho este homenaje, me emociona mucho saber que en la provincia donde él nació siempre se lo va a recordar. Por toda la gente que trabaja en la memoria activa de los 44 tripulantes” declaró Zulma.
Vallejos nacido en Resistencia, a sus 38 años de edad era suboficial segundo, sonarista y un tripulante más de los 44 navegantes del ARA San Juan. Su familia se mudó en 1984 a Punta Alta en Puerto Belgrano por razones de trabajo de su padre, Oscar Vallejos (veterano de Malvinas), donde desarrolló su carrera en la Armada. “Nos fuimos a buscar otros rumbos, algo que a su papá le apasionaba que era la marina de guerra” sostuvo Zulma.
Al continuar su relato, Sandoval comenta que hace 21 años que Vallejos estaba en la Armada de la República Argentina y que luego en su traslado a Mar del Plata, enamorado por el submarino, realizó el curso para desempeñarse como submarinista. “Nosotros queremos que se sepa la verdad de lo que pasó, solo buscamos verdad y justicia. Yo sé que la Justicia es lenta y acá hay que esperar, la verdad que angustia mucho porque ya han fallecido tres papás y una mamá de los 44 tripulantes y se fueron sin saber la verdad” continúo.
También recordó su despedida, ya que cada vez que zarpaba lo hacía por la mañana o cerca del mediodía, entonces la noche anterior lo despedían en su casa. Estaba casado, tenía dos hijas y un hijo. “Nunca nos imaginábamos que podría suceder esto, yo siempre tenía miedo y justo cuando él ingresó a ser submarinista había pasado el hundimiento del submarino ruso K-141 Kursk. Él me decía mirá mamá, si me va a pasar algo va a ser durmiendo o en la calle, uno nunca sabe” declaró.