A casi una semana del violento robo a mano armada en una escribanía de Charata, algunos de los protagonistas brindaron detalles del suceso ocurrido en plena mañana. Los ladrones huyeron en una camioneta con más de 3 millones de pesos.
Silvana Paez, es la escribana, propietaria del lugar donde se produjo el robo. Ella sufrió heridas cuando intentó escapar del lugar. “A medida que pasa el tiempo voy cayendo. Es como que lo soñé. Entraron estas personas, pero cuando vi las armas me asusté tanto que pensé en mi familia. Esta es una escribanía muy chica, pensé en mi mamá, en mis bebés que están en la casa, a lado”, recordó Paez.
“Decían el dinero, el dinero. Yo me bloqué. Me levanté e intenté salir, porque pensé que iban a entrar en lo de mi mamá. Cuando intento escapar, uno me golpea, caí mal y pegué con el escritorio, me golpeé la cabeza”, explicó Silvana, quien sufrió un corte, por lo cual fue llevada a un sanatorio.
“Cuando terminó todo, logré salir al patio a buscar a mi mamá, y ahí me hija dijo mamá estas sangrando. Pensé que me mataban. Pensé nos matan a todos. Uno ve estas cosas y piensa solo pasa en Buenos Aires”, detalló, aún con la angustia en la voz.
Paez contó que los ladrones se llevaron su billetera y el teléfono celular, pero que lo que más le interesa recuperar es el contenido de la billetera, ya que allí tenía toda la documentación suya y la de sus tres hijos.
“Duermo con un cuchillo bajo la almohada”
Cristian Rodriguez es una de las partes del negocio inmobiliario que se estaba por llevar adelante, cuando dos ladrones irrumpieron en la escribanía, armados, pidiendo el dinero.
“Lo que me lleva a hacer esto público, es la declaración de la señora que nos compra la casa, cuando dice que nos negamos que nos hicieran la transferencia y no fue así. Mi señora le dio el CBU cuando nos iban a hacer una entrega, y ellos dijeron que no podían hacerlo por cajero. Nos hacen una entrega que fue de la misma manera en efectivo, y nunca más se habló de una transferencia”, señaló Rodriguez.
Reconoce que se confiaron, ambas partes en la forma en que se dio la operación. “No creíamos que iba a pasar acá”, insistió. Agregó que otra razón por la cual decidió hablar con la prensa es por los mensajes que circulan acerca de que fue un autorobo. “Fui el primero en decirle a la policía que intervenga los teléfonos, que miren las cámaras del banco. La casa se la entregamos a ellos (por los compradores). Jamás pensamos en otra cosa, siempre tuvimos la mejor predisposición. Me da bronca, e impotencia. Por eso tengo que salir a los medios”, remarcó.
Rodríguez fue más allá y aseguró “estoy convencido de que nos entregaron porque no pudo haber sido tan exacto. Me buscaban a mí, buscaban el auto rojo. Tengo un tiro en el vehículo. ¿Si estaban mi hija o mi señora?. Rompieron el vidrio donde estaba la palta, no ninguno de los otros vidrios”.
Entre los detalles que recuerda, explicó que el hecho ocurrió cuando estaban por firmar el boleto de compra-venta. “Lo primero que hacen es apuntarme en la cabeza y me decían dame el fierro, y cuando levanto los brazos se dio cuenta que no tenía arma, me pidió la llave del ‘auto rojo’, la plata”, indicó
“Tiene que aparecer el vehículo, porque habrá cámaras que los tomaron por todo lado. Que caiga quien tenga que caer. No puede ser que se los haya tragado la tierra a todos”, remarcó.
Rodríguez también teme por su seguridad. “Hablé con el fiscal, y me atendió muy amablemente. Me dijo lo mismo que me dicen todo, que se está investigando. Por un lado me deja tranquilo. También pedí protección porque nosotros tenemos miedo. Mi nena tiene dos años, y ella cuando tengo que salir me dice papá no te vayas (contó entre lágrimas). Te da impotencia, bronca. Nos quedamos sin casa, sin palta, sin nada”, finalizó.
FUENTE: DiatioNorte