“El colapso no ha llegado porque el gobernador, como gran conductor y líder, ha sabido trabajar con todos los sectores y sumarlos”, ponderó.
En el peor momento desde el comienzo de la pandemia, hace un año y dos meses, la ministra de Salud Pública del Chaco, Paola Benítez resaltó que la mejor contención de la situación siempre estará dada por la respuesta de la ciudadanía, por las medidas individuales y colectivas, y por el respeto a las medidas restrictivas definidas por las autoridades chaqueñas para contener el avance de los contagios de coronavirus.
En una entrevista con Agencia Foco, en su despacho del octavo piso de Casa de Gobierno, la funcionaria abordó durante alrededor de una hora de charla los temas más relevantes de la gestión, resumidos en tres ejes: situación epidemiológica en el Chaco y las medidas de contención, el Plan Provincial de Vacunación y las inversiones en el sistema sanitario, para fortalecerlo y garantizar la respuesta en la atención de la emergencia, pero también en infraestructura más allá de las contingencias que impone la pandemia.
Hubo también, durante en diálogo, un momento de emoción al hablar del necesario sostén familiar en una labor que la aleja de su hogar casi todo el día, y todos los días desde hace más de un año.
Después de un año en la gestión de la pandemia, y atravesando hoy tal vez el momento más crítico, la médica pediatra repasó, en materia de vacunas, las previsiones de recepción de nuevas partidas de acá a fin de mes; y, en cuanto a la evolución de la pandemia, focalizó el análisis en el cumplimiento de las medidas sanitarias, entre ellas las restricciones específicas en los lugares con mayor incidencia de contagios, y la siempre vigente resistencia de la población, por agotamiento u otras razones.
También habló sobre la ocupación del sistema sanitario provincial, con habilitaciones de nuevas etapas para ampliar la capacidad, aunque eso tenga un límite visible y cercano; y sobre la experiencia de conducir un área clave en épocas de pandemia, sobre la que giran todas las demás decisiones de gestión.
“Este es un Ministerio de 14.000 agentes. Todos somos diferentes y poder compatibilizar en épocas donde todo es tan turbulento no es fácil”, describió y sumó: “Se formaron y organizaron equipos, en medio de muchas crisis necesarias por lo que significó esta pandemia para todos, no como funcionarios sino como seres humanos”.
Además, agradeció al gobernador Jorge Capitanich: “Me ha sostenido siempre. Ha sido y es un gran conductor y líder”. Justamente las estrategias y acciones delineadas por el primer mandatario son lo que la ministra marcó como “la gran diferencia entre nuestra provincia y otras provincias”. “El colapso no ha llegado porque él, como gran conductor, ha sabido trabajar con todos los sectores”, subrayó.
El peor momento de la pandemia
Agencia Foco: Mirando los indicadores de la semana pasada y los de estos primeros días de esta semana en la provincia, en términos de positividad y de casos diarios promedio ¿este es el peor momento de la pandemia desde el inicio?
Paola Benítez: Desde el 9 de marzo venimos haciendo un seguimiento diario de los indicadores, tanto de tasa de positividad como de incidencia, la distribución de los mismos por las diferentes localidades, la tasa de ocupación de las camas Covid-19, que va variando no sólo por la cantidad de camas ocupadas, sino por la cantidad de camas que vamos habilitando para Covid.
Estos son los indicadores más fuertes: la tasa de positividad, que habla de la cantidad de positivos en el total de testeos realizados. Hoy estamos en uno de los valores más altos de testeos diarios. Hemos llegado hasta 2000 por día. Siempre tratamos de que la tasa de positividad sea menor al 20%. Cuando esa tasa aumenta con un número tan amplio de testeos, hablamos de que el número de contagios está creciendo de una manera acelerada, que es lo que preocupa y nos pone a nosotros a trabajar duramente para poder generar las medidas necesarias para contener el aumento exponencial y mitigar la circulación viral.
Es cierto que en esta semana estamos viendo los indicadores que más asustan, porque tenemos una tasa de positividad alta y un aumento exponencial de casos en el Gran Resistencia. Vemos que se ha polarizado el aumento hacia las cuatro localidades del área metropolitana y eso nos permite diferenciar medidas para controlar específicamente en estas localidades y en los barrios donde se ven los brotes. Debemos saber que acá la mejor contención de la situación siempre estará dada por la respuesta de la ciudadanía, por las medidas individuales y colectivas, por el acatamiento a las medidas de bioseguridad y también de las normativas restrictivas, que tienen como finalidad poder proteger la salud individual y colectiva de toda la población chaqueña. Ahí ya tenemos una variable que no podemos manejar nosotros.
La reciente incorporación de camas en el Hospital Modular de Resistencia.
-En ese aspecto, el análisis de los números nos marca una situación difícil, pero ¿ustedes ven que la gente en general es consciente de que estamos en el peor momento a juzgar por el acatamiento de las medidas y de los cuidados?
-A lo largo de este año y dos meses se puede ver una relación inversa entre el apego a las medidas de bioseguridad y la reacción de la gente. Tiene mucho que ver el agotamiento y la negación que se hace a estos cambios que nos han llevado a una nueva forma de vida. Algunos pudieron adaptarse mejor y en otros hay mayores resistencias. Se suma cierta confusión en relación al hecho de que tanto insistimos con una saturación del sistema sanitario y camas ocupadas, para lo cual el gobierno ha redirigido todos los esfuerzos económicos. Y la verdad es que el sistema sanitario ha dado una respuesta extraordinaria a las necesidades de la población en la pandemia. Creo que esto pudo llevar al relajamiento porque, si bien el número de casos aumentaba, el sistema sanitario siempre ha respondido. Pero hay que resaltar que no es sólo la infraestructura y los insumos, sino además un equipo, el recurso humano que viene dando todo desde hace un año y dos meses. Y hay un agotamiento.
La asistencia al paciente crítico genera un estrés impresionante en quienes están allí. Son seres humanos atendiendo necesidades que ponen en riesgo la vida de otros seres humanos. Muchas veces, los médicos entendemos que está en nuestras manos poder salvarle la vida a esa persona. Eso conlleva una carga emocional importante y a un desgaste mayor aún. Porque no estamos trabajando con algo que podamos modificar o que se pueda arreglar, sino con vidas humanas. Tal vez esto, en líneas generales, no se alcance a percibir en la población. Sólo quienes estuvimos en el sistema y trabajamos con pacientes críticos sabemos lo que significa el dar todo en ese momento. Y también cómo terminás 24 horas después en una terapia estando con pacientes que requieren constantemente asistencia. Esa variable ha llevado a decir ‘no estamos tan mal’, porque la respuesta siempre fue la misma y nunca pasamos del 30% de ocupación (de camas Covid). Pero hoy estamos en un 66% y 38% de ocupación de camas con asistencia respiratoria mecánica.
– Con ese 66% de ocupación actual ¿cómo describiría a la situación general del sistema sanitario?
-La provincia del Chaco tiene en el corredor sanitario integrado por los hospitales Perrando de Resistencia, 4 de Junio de Sáenz Peña y General Güemes de Castelli, con camas disponibles para la asistencia de pacientes Covid-19. El hospital Perrando cuenta con 200 camas preparadas para asistir a pacientes Covid. De ese total posible, hoy están habilitadas las 76 del hospital Modular, las 15 de aislamiento y ahora se habilitó la Pastilla 6 con 54 camas. Estamos hablando de un total habilitado de 145 camas. Tenemos la posibilidad de llegar a habilitar la Pastilla 9, con 56 camas, y ahí ya estaríamos al borde del colapso.
La tasa de ocupación del 66% está basada en la habilitación hasta aislamiento. Al habilitar la Pastilla 6, incorporamos más camas y probablemente esa tasa de ocupación se diluya porque la cantidad de camas vacías será mayor. Puede dar una falsa sensación de que estamos mejor, pero no es así. Dimos un paso más en el Plan Operativo de Expansión de Camas de Internación Covid, pasamos a la segunda etapa con la apertura de la Pastilla 6 y nos queda una tercera y última etapa.
– ¿Los restantes hospitales cómo están en este momento?
-El hospital 4 de Junio cuenta con 35 camas habilitadas para asistencia de pacientes Covid-19, de las cuales 10 tienen asistencia respiratoria mecánica y actualmente se agregaron 10 camas más, que cuentan con respiradores también. Dentro del Corredor Covid, este hospital hace la contención de los hospitales de menor complejidad, para la asistencia de los pacientes derivados para un tratamiento por moderado riesgo o por criticidad. Y el hospital de Castelli cuenta con 25 camas, de las cuales 4 tienen asistencia respiratoria mecánica. Todo este es un gran sistema que se sostiene y se compensa, pero el centro de mayor capacidad para internación de pacientes Covid es el hospital Perrando, y es el que estamos empezando a expandir habilitando más camas.
Hoy tenemos 170 pacientes internados (al lunes) y 32 en asistencia respiratoria mecánica, incluyendo a los del subsector privado. Antes de esta segunda ola, nunca habíamos pasado de 25 pacientes con asistencia respiratoria mecánica en toda la provincia.
– ¿En el sector privado están con una situación de menor margen en cuanto a la capacidad en este momento?
– El subsector privado aporta un pequeño número de camas en relación a la totalidad de toda la provincia. Son 89 camas, de las cuales 25 tienen asistencia respiratoria mecánica. Versus 270 camas en todo el Corredor Covid de los tres principales hospitales y 90 camas con asistencia respiratoria mecánica.
Descenso en la edad de personas contagiadas
– ¿Están notando un descenso en la edad de las personas que se contagian con coronavirus y tienen complicaciones?
– Sí, hemos notado un descenso en la edad. Vimos que, en abril, los pacientes internados en el subsector público tenían un promedio de edad que ronda los 55 años versus el promedio por sobre los 60 años del año anterior. Creemos que esto tiene que ver con la protección que ha generado la vacuna. Está vacunado más del 70% de los adultos mayores de 60 años. Y esto genera una barrera de protección. Mientras que se siguen vacunando a aquellos de otros grupos de edades con factores de riesgo, pero sigue siendo una proporción muy pequeña en relación al total de la población menor a 60 años. Esto está impactando fuertemente en el grupo de menores de 60 años. Es un mito que hay que derribar que sólo los mayores de 60 años son los más vulnerables, porque estamos viendo a gente joven que hace las formas de la enfermedad más graves y requiere internación. Todavía no tenemos modificaciones en el promedio de la edad de los fallecidos, pero de seguir así probablemente lo empecemos a ver.
– ¿Que la población más joven se contagie más y tenga más complicaciones, con internación y cuadros más graves, tiene que ver con la circulación de los nuevos serotipos del virus?
– Para definir que está asociado a los nuevos serotipos debería hacerse un estudio de investigación donde se pudiera advertir si las sepas, además de ser más contagiosas, son más agresivas o tienen predilección por otros grupos etarios. Generalmente, todas las infecciones respiratorias producidas por virus o bacterias se comportan de manera más agresiva en quienes tienen un sistema inmunitario débil debido a que es inmaduro, como en los niños, o que está envejeciendo, como en los adultos mayores. Entonces, es esperable que en estos grupos se comporte de manera más agresiva.
Plan de Vacunación: los avances logrados y la proyección
-Su par de la provincia de Buenos Aires, Daniel Gollan, dijo el lunes que, en esa jurisdicción las personas entre 18 y 40 años se vacunarán recién en septiembre. Si bien acá en el Chaco es otra la organización del Plan de Vacunación, las personas que no pertenezcan a grupos de riesgo, por edad, enfermedades o exposición, y que estén en ese rango de edades ¿cuándo prevén que recibirán la vacuna?
– En la provincia hay definido un grupo de beneficiarios priorizados teniendo en cuenta las vulnerabilidades para hacer las formas graves de la enfermedad y el riesgo de letalidad. Es un grupo de 372.000 personas, donde tenemos incluidos a los mayores de 60 años (172.000 personas en todo el Chaco), las personas entre 18 y 59 años con factores de riesgo (101.000), trabajadores de la salud pública y privada (19.100), personal de seguridad de las fuerzas provincial y federales (11.000), personal docente y no docente del Ministerio de Educación (55.000), trabajadores esenciales de diferentes reparticiones de la provincia (16.000) y universidades (2500 personas). Esta es una primera etapa en la que estamos avanzando. Cuando podamos llegar a la totalidad de este grupo que adhiera a la vacunación, recién podemos empezar a pensar en abrir a mayores de 18 años sin patologías de base. Eso dependerá de la cantidad de dosis que lleguen y de la cantidad de personas de los grupos beneficiarios que quieran vacunarse.
Por otro lado, cada provincia dentro de las bases que trabajamos con Nación del Plan de Vacunación, ha tomado sus decisiones en función de las necesidades que tiene. Chaco ha sido muy estricta en la campaña de vacunación y en preservar los grupos de riesgo establecidos. La idea es cubrir a quienes más riesgo tienen. Hoy tenemos la posibilidad de ver que hay un grupo que está en riesgo, como es el de mayores de 55 hasta 59 años, y lo ponemos sobre la mesa, lo charlamos y decimos que, con el 70% de nuestros adultos mayores de 60 años ya vacunados, podemos avanzar. Esa es la definición junto con el Consejo Provincial de Vacunación, que integran diferentes sectores. Desde ahora, ni bien llegan vacunas, ingresan al Plan de Vacunación y vamos a iniciar la vacunación de este quinquenio, porque estamos viendo ese promedio de edad en internación con formas graves de la enfermedad. Probablemente podamos avanzar con mayores de 50 a 54 años. Todo dependerá de la cantidad de dosis que ingresen a la provincia.
-Hay también otros grupos estratégicos considerados por su nivel de exposición…
– Sí, tenemos en cuenta diferentes grupos que están expuestos a contagiarse, si bien nuestra prioridad es quien está expuesto a contagiarse, enfermar gravemente y morir. Tenemos vacunadas hasta hoy 281.358 personas, de las cuales 120 mil son adultos mayores de 60 años, y el resto son de los demás grupos esenciales. Esto nos permite pensar en incorporar, paralelamente, a otros grupos estratégicos porque tenemos previsión del ingreso de 150 mil a 160 mil dosis a la provincia con los ingresos al país del fondo COVAX y de 4 millones de dosis de vacunas AstraZeneca. Allí se ponen en consideración estos grupos que, si bien no tienen riesgo de enfermar gravemente, sí tienen riesgo de contagiarse y de contagiar a los vulnerables. Tiene que ver todo con el dinamismo de la pandemia y la afección a los diferentes grupos.
-De cada grupo considerado de riesgo, considerando como dato el 70% de los mayores de 60 años ya vacunados, ¿qué pasa con el restante porcentaje de personas que todavía y pese a sucesivas convocatorias, no asistió a darse las dosis? ¿Ustedes evalúan, a esta altura, una resistencia a la vacuna?
-No hay resistencia. Sí notamos ciertas barreras a la hora de vacunar a mayores de 85 o 90 años, donde la definición de vacunación la toman los familiares. Nos ha pasado de llegar ante un llamado de un hijo para una vacunación domiciliaria, y una vez en el domicilio nos encontramos con otro hijo que no quiere que vacunen a su padre o madre. En otros grupos, estamos viendo que las personas se siguen acercando a las postas. Tiene que ver con el hecho de que existe la posibilidad de que, si perdiste tu turno, puedas acceder en cualquier posta, en cualquier momento. El fin de semana, en las postas ubicadas en los barrios vimos a muchos adultos mayores acercarse. Y cuando preguntábamos nos decían que no fueron antes por falta de tiempo y que asistían ahora porque les quedaba más cerca.
En el interior, en las zonas rurales, se hace un trabajo casa por casa. Eso lleva más tiempo. Hay que identificar cuáles son las poblaciones más vulnerables y hoy son las que están en las grandes ciudades, porque son las que tienen riesgo de que, ante un brote masivo, haya más infectados y el sistema sanitario se tensione. Eso también nos lleva a tomar diferentes decisiones en cuanto a las estrategias a aplicar y a intensificar la vacunación en algunas localidades como aquellas que integran los grandes aglomerados, que están con brotes actualmente o en zonas limítrofes, que tienen contacto por actividades comerciales con países hermanos y sabemos que están atravesando brotes.
– ¿Y con respecto a la vacunación del personal de salud? ¿Están todos inmunizados?
– Cuando comenzamos la campaña de vacunación, hicimos una nominalización del personal de salud. Tenemos poco más de 14 mil agentes dentro del sistema sanitario del subsector público y 5000 dentro del subsector privado. Con 19.100 agentes comenzamos. Hoy llevamos vacunados 20.042 personas, porque algunos del subsector privado no están registrados y dentro de la nómina. Esto nos lleva a tener más del 100% previsto vacunados. Está la posibilidad de que reciban la vacuna aquellos que, al principio, no quisieron hacerlo, cuando todos querían esperar a ver qué efecto producía. Hoy tenemos estudios de serología hechos en nuestra población sanitaria para ver la respuesta en anticuerpos y la respuesta es mayor al 98% en el personal que se seleccionó para hacer el estudio, lo cual es muy bueno.
Más vacunas
-De la estimación de recibir entre 150 mil y 160 mil dosis, ¿qué cantidad serán primeras dosis y qué cantidad serán segundas dosis?
-El 50% de lo que recibamos serán primeras dosis y el restante 50% segundas dosis. Las vacunas que vienen son del laboratorio AstraZeneca, de las cuales se utiliza para primera y segunda dosis el mismo componente. Como es lo último que ingresará al país de lo que fue adquirido por convenio, tenemos que dividir la cantidad de dosis en primeras y segundas dosis. Si llegaran a ingresar 160 mil a la provincia, serían 80 mil para primeras dosis que, rápidamente, teniendo en cuenta los sectores incorporados en la planificación del Plan de Vacunación, ya estarán con turnos otorgados y vamos a poder avanzar, que es lo que buscamos, que las vacunas lleguen y se apliquen.
– ¿Y de Sputnik V, tienen previsto el ingreso del segundo componente?
– No hay una fecha certera. Sí sabemos que se están haciendo los trámites a nivel Nación, porque la compra está realizada. Vamos a tener segundo componente. Estimamos una fecha probable después del 21 de mayo. Ni bien lleguen, nosotros avanzamos con la vacunación. Es importante decirle a la comunidad que la vacuna no pierde efectividad por pasar días o meses. Al haber recibido una primera dosis, el cuerpo ya tiene una memoria inmunológica y lo que hace es reforzar la capacidad de producir anticuerpos para el virus, con la segunda dosis.
Fortalecimiento del sistema sanitario con obras y equipamiento
– Teniendo en cuenta las inversiones anunciadas para el sistema sanitario provincial, y en vistas de lo ya hecho para atender la emergencia de la pandemia ¿qué falta concretar en materia de obras e incorporación de equipamiento?
– Nuestro Plan Estratégico ha definido una serie de efectores para generar un fortalecimiento en infraestructura y equipamiento. Además de todo lo realizado por y para la pandemia, paralelamente se viene trabajando en lo importante. Atendimos lo urgente que nos puso en el camino de este año y medio de gestión la pandemia. Dentro de lo que es infraestructura y fortalecimiento institucional, la provincia cuenta hoy con un crédito otorgado por Fonplata de 46 millones de dólares, distribuido en tres etapas para infraestructura y equipamiento, que se está llevando adelante. Lo próximo en este primer semestre son obras en el Laboratorio del Hospital Perrando, la ampliación de la guardia y emergencias, que luego se continuará con quirófanos. Los hospitales de El Espinillo y de General San Martín, ya licitados y que comenzarán a construirse. Como estas, diferentes obras en distintos puntos de la provincia concretadas desde el año pasado, como las ampliaciones en los hospitales de El Sauzalito, Machagai y Presidencia de la Plaza, y en La Leonesa con una reconstrucción a nuevo, que ingresa ahora en las etapas del crédito de Fonplata para obras en el sector de Internación; el hospital de Barranqueras, con la ampliación y obras en la guardia de emergencia e Internación; el de Fontana, con la remodelación de la zona de internación y la creación de un sector para Unidad Central de Coordinación de Emergencias Médicas (UCCEM) y otro para la morgue. También se concretaron obras en centros de salud, para mejorarlos, como el de Enrique Urien, Chorotis, en el Gran Resistencia el de Villa Don Alberto, hecho casi a nuevo, el del Barrio Toba y el de Villa Cristo Rey. Fueron muchos en un corto período de tiempo. Y el centro de salud del barrio El Tala, que atiende a una gran población, está en construcción.
“En la universidad aprendimos mucho, pero de pandemia no había ninguna materia”
– ¿Cómo es, siendo mujer, gestionar el área de Salud con las exigencias que impone una pandemia?
– Es un trabajo de 24/7 literal. Vengo del subsector público. Hace 18 años que soy médica. Me recibí y comencé a trabajar y a especializarme en el hospital Pediátrico. Amé siempre la salud pública. Cuando comenzamos en el año 2003, me acuerdo de estar en el centro de salud Obligado, en Castelli y Calle 6, en una época muy difícil donde no había medicamentos. Asistía a una población amplia y muy vulnerable. El recuerdo que tengo es de atender a pacientes, hacer un diagnóstico, indicar un tratamiento y saber que, a los dos o tres días, iban a volver porque no tenían medios para conseguir el medicamento. Y volvían descompensados. Entonces pensaba de qué me sirve probar mi ciencia si es una neumonía y no la puedo tratar. Siempre estuve mirando la manera de poder gestionar los recursos. Tratábamos de conseguir nosotros, con el equipo, los recursos o medicamentos. Hasta que surgió el Plan Remediar, y nos dio un gran aventón porque todo lo que no teníamos para dar en ambulatorio, lo podíamos resolver a través de ese instrumento. El acceso al tratamiento hizo mucho bien a la población.
Después seguí en Internación, en el Hospital Pediátrico, siempre tratando de mejorar la gestión de los servicios. Me formé durante seis años en la Universidad Isalud, en gestión de hospitales, economía y gestión de la salud, sistemas de seguridad social y sanitario, y siempre tratando de mejorar porque, con los recursos que tenemos, tanto humanos como económicos y en infraestructura, podemos dar una mejor calidad de atención. Tenemos que trabajar para el sujeto de derecho, para nuestra gente que tiene derecho al acceso a la salud con justicia, con calidad y equidad.
– ¿Y cómo fue la convocatoria a formar parte del Gabinete del gobernador Capitanich?
– En ese mundo ideal de trabajar y formarme en gestión, el gobernador me dio la posibilidad de venir al Ministerio. Entonces fue decir ‘todo lo que estructuralmente tengo en mi cabeza me va a servir’. Pero a los tres meses comenzó la pandemia. Yo le decía a Ginés (González García, ex ministro de Salud de la Nación y fundador de Isalud) que aprendimos mucho, pero de pandemia no había ninguna materia. Es la materia que nos queda pendiente dar desde ahora. Desde ahí fue reestructurar no sólo la gestión, porque gestionar es fácil dentro de la estructura y la formación. El problema es que, en tiempos de crisis, con escasez de recursos físicos y humanos por la formación para áreas críticas, porque se enfermaban o no podían sostener el estrés que esto genera, se hizo mucho más dificultoso, pero no imposible. Trabajamos 24/7 agudizando la mirada, formando equipos. Este es un Ministerio de 14.000 agentes. Todos somos diferentes y, poder compatibilizar en épocas donde todo es tan turbulento, no es fácil; más cuando lo único que tenés que hacer es pensar, actuar y avanzar. No hay opciones. Así se formaron y organizaron equipos, en medio de muchas crisis necesarias por lo que significó esta pandemia para todos, no como funcionarios sino como seres humanos. Entender que los libros hasta acá llegaron y tenés que empezar a escribir una nueva página con lo que tenés como experiencia.
Las críticas y el después de la gestión en Salud
– ¿De qué forma le impactan o recibe las críticas a la gestión de la pandemia y a la gestión propia del Ministerio?
– Soy muy crítica conmigo misma y con todo lo que me rodea. Entiendo que las críticas sirven para mejorar, aunque tenés de las maliciosas también. Pero cuando uno puede identificar de dónde vienen, ya puede dejarlas de lado porque sabés que atraviesan lo político y que, muchas veces aun en una época tan difícil donde lo humano debe prevalecer, siguen apareciendo mezquindades de un pequeño sector. En lo personal, las críticas me estimulan, porque si no tuviera obstáculos, no podría avanzar. Como mujer y como mamá es un gran desafío. En este momento, mis hijos tienen a su mamá afuera las 24 horas del día, y el tiempo que me tienen en casa es para sostenerme ellos. Muchas veces he llegado y vienen con un abrazo. Lo importante es una familia que contiene, ayuda y sostiene. Esto no se hace sola. La verdad es que estoy agradecida por oportunidad que me ha dado el gobernador, porque me ha sostenido siempre y ha sido y es un gran conductor y líder. Es una persona que ha liderado el accionar en la pandemia, acompañando las definiciones que se toman. Una persona que puede lograr consenso con todos los sectores, de quien he aprendido y sigo aprendiendo. Es lo que marca la diferencia entre nuestra provincia y otras provincias. El colapso no ha llegado por esto, porque él como gran conductor ha sabido trabajar con todos los sectores y sumarlos a este barco. Acá lo sanitario es un gran eje que cruza transversalmente, pero si no tenemos la respuesta de diferentes sectores en el acompañamiento de todo lo que se propone, no hubiéramos llegado a ningún lado. Todo esto marcará una huella en la historia y nos permitirá tener un sistema de salud mejorado. Más allá de todo y de lo que resta mejorar, lo que nos hemos trazado dentro de lo urgente, lo estamos logrando. Espero seguir por el mismo camino. Para esto es necesario ir de la mano con la gente.
– ¿Dónde se ve una vez finalizada la gestión en este Ministerio?
– En este momento tengo toda la energía y la mirada puesta acá, hasta el día que el gobernador así lo decida. Tenemos muchísimo por hacer y nuestro sistema sanitario mucho para mejorar. Y ahí se van cruzando situaciones que hay que ordenar, entonces los avances son lentos. Hoy estoy acá y seguiré haciéndole frente a todo. Después, Dios dirá. Hay muchos lugares donde uno puede ser útil independientemente de un cargo o función.
El Servicio de Atención a Niños, Niñas y Adolescentes Víctimas de Violencia
Como parte de la experiencia lograda durante su formación en el hospital Pediátrico, la ministra Benítez repasó instancias de la creación del Servicio de Atención Integral a Niños, Niñas y Adolescentes Víctimas de Violencia (SAINNAVV). “Hace seis años, en ese afán de mejorar los procesos de atención a niños y niñas, no dimos cuenta junto a un grupo de pediatras de que los niños que eran víctimas de violencia, llegaban al hospital y no tenían una continuidad en la asistencia”, contó a Agencia Foco.
Fue así como se generó, en base a un proyecto que la hoy ministra había trabajado durante una maestría que completó en la Universidad Isalud, el servicio de asistencia a niños, niñas y adolescentes en el Pediátrico. “El servicio comenzó a asistir a víctimas de violencia, de quienes el 80% eran niños y niñas abusados sexualmente. Fue un trabajo que comenzó a crecer, con un equipo que se fortaleció, además de aprender sobre un trabajo interdisciplinario e intersectorial porque nos dimos cuenta de que teníamos una pata muy fuerte en la Justicia, con la que teníamos que articular”, repasó, dando cuenta así de que la gran mayoría de las víctimas reciben ese tipo de violencia en su hogar y núcleo familiar.
Otra articulación importante es con el equipo de la Línea 102, en el marco de la Ley de Protección a Niños, Niñas y Adolescentes. “Conformamos un grupo con el que trabajamos muy fuerte en la asistencia de estos niños. Fuera de mi horario laboral, empecé a viajar por distintos puntos de la provincia para capacitar en el manejo y para sumar profesionales adeptos a este trabajo”, reveló.
Ese trabajo iniciado hace seis años creció y hoy el equipo del SAINNAVV está a cargo de una profesional de la Psiquiatría del hospital de niños de Resistencia. “Queremos replicar ese trabajo en el interior de la provincia, porque hemos visto es más que necesario, ya que el tiempo de pandemia ha exacerbado la violencia hacia niños, niñas y adolescentes. El aislamiento y el no ir a la escuela ha favorecido que no tengan quienes los rescaten de esa situación”, expuso Benítez.