Las actividades contemplaron desde itinerarios por lecturas y canciones hasta modos de hacer arte a cargo de artistas y ciudadanos. De este modo, pusieron en la agenda pública a las y los desaparecidos durante la última dictadura militar en nuestro país.
“Se trató de una agenda cultural con diversos formatos en torno al concepto de identidad, resaltando los principios de Memoria, Verdad y Justicia. Estas actividades son parte fundamental de la reconstrucción simbólica de la memoria urbana y colectiva”, expresó Mariela Quirós, presidenta del ICCH.
Casa Activa es un ciclo que presenta los espacios y elencos que integran Casa de las Culturas, sumado a los demás elencos del Instituto de Cultura, con el objetivo de valorizar y dar a conocer y el patrimonio cultural vivo. Además se enmarca en Patrimonio Activo, programa mediante el cual el Instituto de Cultura busca poner en valor el patrimonio cultural y natural de la provincia, junto con sus centros culturales, museos y elencos estables.
También se enmarca en el programa Memoria Activa que promueve políticas públicas inclusivas e integradoras que apuntan a contribuir a la reconstrucción de la memoria colectiva y de la identidad como generador de sentimiento de pertenencia desde los principios de Memoria, Verdad y Justicia, buscando de esta manera visibilizar la lucha por los derechos de los sectores más vulnerados.
Una jornada para la memoria
Durante la jornada del martes hubo un taller de esténciles a cargo del Departamento de Artes Visuales del ICCH. El esténcil es una herramienta de uso popular para la difusión de frases e imágenes en esa gran imprenta que son las paredes, como dijo el periodista y escritor desaparecido Rodolfo Walsh. Simultáneamente se realizaron murales con fotografías de algunos de los desaparecidos que sufrió nuestra provincia, a la vez se leyeron sus historias de vida.
Por su parte, la Orquesta Sinfónica interpretó canciones del acervo popular vinculadas con la memoria, como las recordadas Los Dinosaurios, de Charly García, y Juana Azurduy, del Maestro Ariel Ramírez. Además, el MUBA ofreció una guía por la muestra Las flores que nos corresponden y contó con la presencia de la curadora Roxana Toledo. Para el cierre se llevaron a cabo lecturas colectivas con libros y autores prohibidos, a cargo de Jimena Gusberti.