El gobernador Jorge Capitanich y la vicegobernadora Analía Rach Quiroga abrieron este viernes los sobres de los cuatro oferentes que se presentaron para realizar la segunda etapa de la obra del acueducto que va desde Misión Nueva Pompeya a Fuerte Esperanza, en el corazón de El Impenetrable chaqueño. La inversión, que ronda los mil millones de pesos, será financiada por el Banco Mundial a través del programa de Infraestructura Hídrica del Norte Grande y tendrá un plazo estimado de ejecución de 24 meses.
“Esta obra empezó en 2013, tuvo buen ritmo en 2015 y luego el ritmo fue mucho inferior. De manera que completar la primera etapa y licitar el segundo tramo, es una gran noticia”, aseguró el gobernador sobre uno de los ejes principales de la plataforma presentada en la campaña electoral del 2019.
En este sentido, recordó que al inicio de su primer mandato en 2007 la provincia tenía 148 mil conexiones domiciliarias y se estima llegar a la meta de 331 mil. “Esta es una obra que emociona porque llegamos al Chaco profundo, al Chaco de nuestras comunidades originarias y criollas, que durante muchos años fueron abandonadas. Estas son obras que nos invitan a soñar con un país justo, equitativo y federal”, sostuvo el gobernador, acompañado además por el ministro de Planificación, Economía e Infraestructura de la provincia, Santiago Pérez Pons.
El acueducto tendrá 49 kilómetros, más un centro de distribución de agua potable en Fuerte Esperanza, redes de distribución, conexiones domiciliarias y sistemas de cosecha de agua de lluvia en cisternas y techos para 1.000 familias dispersas. Permitirá completar la red de provisión de agua potable para Wichí el Pintado, El Sauzal, Nueva Pompeya y Fuerte Esperanza, incluyendo 60 comunidades rurales. Todas las comunidades urbanas de la zona lograrán cobertura universal de carácter regular, continua y de buena calidad.
Durante el acto de apertura de sobres participó vía videoconferencia el ministro de Obras Públicas de la Nación, Gabriel Katopodis, quien expresó que “se trata de una planificación rigurosa y ahora permite dar pasos certeros”. “En los próximos tres años, queremos ir cerrando la brecha y garantizando la incorporación de más de cinco millones de argentinos al acceso de las redes de agua”, dijo el funcionario nacional.
“El esfuerzo del Gobierno nacional y los gobiernos provinciales van en dirección a resolver uno de los problemas más importantes que tiene la Argentina, reconocer el sentido de bien público que significa el acceso al agua en nuestro país”, aseveró Katopodis.
El titular de Sameep, Pablo Sánchez, también estuvo en el acto y remarcó que la empresa está “poniendo todo el énfasis para que la obra se lleve adelante de la mejor manera, buscando la universalización del agua”. “Lo que prima en esta gestión es la sensibilidad, porque tenemos que resolver el problema de 60 mil habitantes de la zona que nunca tuvieron acceso al servicio”, advirtió Sánchez.