Entre esos proyectos, tres corresponden a artistas chaqueños. De este modo, cada uno recibirá $70.000 para llevarlo a cabo. La convocatoria fue impulsada por la Secretaría de Gestión Cultural con el objetivo de incentivar la actividad en el sector del arte público en todo el territorio nacional. De este modo, la cartera provincial de Cultura acompaña numerosas convocatorias del ámbito nacional, brindando difusión y asesoramiento para que las y los artistas y hacedores culturales chaqueños puedan acceder a sus beneficios. Es parte de su programa Impulsar Cultura, dedicado a promover herramientas de financiamiento para el desarrollo cultural.
Además, la artista chaqueña Claudia Carolina Petrunior, oriunda de Villa Berthet, fue seleccionada como suplente, esperando acceder al beneficio. La obra presentada se titula Ayuda mutua. Los chaqueños ganadores confirmados son:
Juan Enrique Yorg
Obra: Homenaje a Juan Rescio – Vuela Zorzal
Cuidad: Puerto Tirol
Juan Pablo Arias
Obra: Soberanía alimentaria
Cuidad: Resistencia
Rubén Darío Marcoff
Obra: Trabajo y Producción
Ciudad: Pcia. Roque Sáenz Peña
El concurso
Un total de 386 artistas y colectivos muralistas presentaron sus propuestas, tomando como eje transversal el concepto de “soberanías” y su importancia en el ejercicio de los derechos reconocidos a los argentinos y argentinas. Para garantizar una distribución proporcional en materia de representación federal y de géneros, los proyectos seleccionados provienen de 22 provincias (a excepción de Misiones y La Rioja), y 35 fueron presentados por varones y 35 por mujeres.
El Concurso Federal de Muralismo forma parte de las actividades especiales que realizó el Ministerio de Cultura de la Nación durante 2020, por el “Año del Gral. Manuel Belgrano”, en conmemoración de los 250 años de su nacimiento y 200 desde su fallecimiento.
Sobre el muralismo
En sus orígenes, el muralismo fue un movimiento artístico indigenista asociado a la Revolución Mexicana de 1910, y a las transformaciones que se sucedieron desde entonces en ese país. Con el tiempo, el movimiento se expandió progresivamente y potenció el rol político de los/las artistas y trabajadores/as de la cultura que, interpelando su realidad a través de esta expresión artística, promueven una visión crítica del presente y de la historia.
El muralismo también ha desarrollado una importante función educativa, como herramienta para conocer y reflexionar sobre los acontecimientos de la vida social. En la actualidad es un movimiento de crecimiento sostenido en Argentina y todos los países de la región. Se ha consolidado como una expresión atravesada por la construcción de sentido social y político, y de los procesos de lucha que derivan en la conquista de nuevos derechos.
El espacio público, como soporte de esta expresión narrativa, trasciende a los museos u otros espacios cerrados que albergan colecciones ligadas a las artes visuales, y se transforma en un bien cultural colectivo. Existe una relación entre el arte mural y la vida democrática, en la medida en que los murales se constituyen como verdaderos medios de comunicación y expresión cultural de las demandas populares.