La actividad fue encabezada por el intendente Gustavo Martínez y organizada por la concejal Katia Blanc, junto a la secretaria de Desarrollo Humano, Laura Balbis. Además, hubo una oración de la Mesa Interreligiosa.
Se llevó a cabo en el Chalet Perrando, lugar simbólico que fue elegido para recordar la heroica labor que los médicos y demás profesionales de la salud afrontaron y siguen afrontando contra el COVID-19.
MERECIDO RECUERDO
Durante este encuentro, declarado de interés municipal mediante la Resolución N° 2468, el Intendente reflexionó: “Es importante saber que tenemos muchas familias que estas Fiestas van a extrañar a sus seres queridos por no ser parte de la mesa de fin de año” y al mismo tiempo rindió homenaje a las víctimas fatales que estuvieron trabajando en el sistema de salud.
“No pueden pasar desapercibidos porque han sido para nosotros hombres y mujeres de actitud heroica ante una situación crítica de la humanidad, desconocida para muchos de nosotros. En la oración de la Mesa Interreligiosa rezamos por su descanso eterno y el reconocimiento humilde a esas personas que han tenido una tremenda entrega. Muchos de ellos no van a estar con nosotros”, agregó ejemplificando el duro golpe que fue para la comunidad la pérdida del doctor Miguel Duré, quien estaba al frente del área de Terapia Intensiva del Hospital Perrando.
Con el mismo respeto, Martínez aconsejó de cara a las Fiestas de Fin de Año “valorar nuestros afectos, lo que tenemos al lado nuestro, en la mesa, en el compartir”, porque “es un momento muy difícil, pero también tiene que ser un momento de profunda dedicación y compromiso. Ha sido un año que nos ha puesto a prueba”.
Bajo esos conceptos, la concejala Blanc remarcó la necesidad que había de “homenajear a aquellos profesionales que cuando todos teníamos que quedarnos en casa salían a trabajar, ponían el cuerpo y la mente para poder hacer frente a esta pandemia que se llevó más de 267 vecinos y vecinas de nuestra Ciudad”.
Por otro lado, aclaró que el homenaje fue simbólico al efectuarse en el Chalet Perrando, sitio que pertenecía a la persona cuyo nombre lleva el hospital más importante de la Provincia y donde todavía se libra una fuerte lucha contra el coronavirus.
Mientras tanto, la secretaria de Desarrollo Humano valoró que desde el Municipio se haya realizado el sentido homenaje a las víctimas y a todos los profesionales de la salud “que le pusieron el pecho a esta pandemia”. Pero al mismo tiempo, en compañía del subsecretario de Salud, Cristian Obregón, la funcionaria instó a los vecinos a “no relajarse” y seguir cumpliendo con el distanciamiento social y la utilización de tapabocas, entre otras medidas sanitarias.
AGRADECIMIENTOS ETERNOS
El doctor Carlos Barsesa agradeció la idea de la Ciudad de homenajear a los ciudadanos, ciudadanas y a personal de salud, entre ellos a los médicos y médicas. “A los colegas hay que honrarlos de esta manera. Muchos de ellos y ellas murieron intubando pacientes que no sabían que tenían Covid”, dijo para mencionar que algunos de esos pacientes se salvaron y que, por ejemplo, el jefe de Terapia Intensiva del Perrando no pudo superar la enfermedad contraída en el cumplimiento del deber. “Es dolorosísimo, pero por otro lado. ¡Qué orgullo que existan seres humanos así!”, enfatizó para después agradecer la visión de Julio Perrando en la creación del hospital capitalino donde se salvaron muchas vidas en esta pandemia.
Por su parte, el doctor Daniel Moscatelli afirmó que aceptó sin dudar la convocatoria de la concejal Blanc para el presente homenaje con el fin de recordar a todas las personas “caídas en el campo de batalla”.
Acompañaron en la ceremonia el director de Culto municipal, Javier Piñero; el padre Rafael Del Blanco; el pastor Diego Jorge, de IDACH; Pablo Treppo, presidente de la Iglesia de Jesucristo; el rabino Natan Waigortian; Darío Rico, de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días; y el pastor Daniel Gauna.