El malhumor por la inflación creciente se nota cada día más. En un año sin paritarias lógicas (entendible en el contexto de crisis mundial acentuada por el COVID) hace que los gobiernos deban tener mucha prudencia en el manejo de la situación económica.
Pero estamos en Argentina, donde con un par de pan dulces quieren disimular el ajuste que se está dando. Y ahora le toco al sector de jubilados y pensionados confirmar que nuevamente son la variable para acomodar los números. Atrás quedaron esas falsas promesas del candidato Alberto Fernández de aumentar el 20% sus haberes. Un adelanto de esas malas noticias les dio el ya Presidente Alberto Fernández cuando suspendió por decreto la formula de movilidad jubilatoria que les aseguraba por Ley la revisión trimestral del monto de sus beneficios previsionales.
El Gobierno presento hoy su fórmula de movilidad, la que está atada a la evolución de los salarios y la recaudación; dejando de lado el componente ajustado a la inflación. Con este nuevo método de cálculo quedan fuera de referencia el aumento diario de los precios y servicios y por ello queda desanclado de la realidad. Es más, el perjuicio continua, ya que arbitrariamente se avanza hacia la consolidación de un monopolio político en las decisiones sin dar lugar para consensos. Y nos obliga a estar atentos ya que el problema a resolver va ser el hecho que la recaudación perdió todo el año contra la inflación. Mas allá de debates ideológicos, de la épica electoral de que “que no volvíamos al FMI” y ahora les entregamos en bandeja un mecanismo de ajuste, lo cierto es que sea cual sea la formula de movilidad jubilatoria que se aplique, hoy en día ya esta desfasada, con retraso y eso no afecta al economista o al periodista amigo del poder; le pega al abuelo, a la abuela, a un de los sectores más vulnerables de nuestra sociedad.
El poder adquisitivo de los haberes jubilatorios se viene depreciando mes a mes; no poder contar con adecuaciones previsibles de cálculo, hacen que esos ingresos vengan atrasados y no puedan cubrir las mínimas necesidades de los abuelos. Llegaremos al año con la ley de movilidad suspendida, eso afecta a más de 220.000 chaqueños (88MIL Jubilaciones, más de 26MIL Pensiones, las 100MIL Pensiones No Contributivas – (P.N.C.), las 6MIL Pensiones por Adulto Mayor (P.U.A.M), las 247 Pensiones por Ex Presos Políticos, las casi 1100 Pensiones por Ex Combatientes de Malvinas,) por ende vamos camino a un escenario de ACHATAMIENTO DE LA PIRAMIDE de ingresos previsionales, para tener una GRAN BASE de ingreso mínimo garantizado, en definitiva: el haber jubilatorio se va transformando cada vez más a un SUBSIDIO ESTATAL dejando de lado el esfuerzo y aportes que se hayan hecho a la largo de la vida laboral. Y tan solo esos datos nos deben hacer reflexionar a todos, porque todos en algún momento de la vida también seremos parte de ese gran sector”.