Estos procedimientos se realizan de forma periódica y en distintos puntos de la ciudad. En esta oportunidad se secuestraron vehículos y labraron multas por falta de documentación para circular y también por no contar con las habilitaciones sanitarias necesarias para el transporte alimenticio o por tener las mismas vencidas. Además, se decomisaron e inutilizaron en el lugar productos alimenticios de elaboración clandestina como, por ejemplo, casi 50 bidones de agua de mesa que no contaban con habilitación y la empresa rotulada en los mismos no se encontraba registrada.
Georgina Schmid, directora de Bromatología de la Ciudad, explicó que el operativo se promueve para controlar los vehículos que transportan alimentos y remarcó: “Transporte inspecciona la parte documental vehicular a través de la Dirección de Tránsito y la Dirección de Bromatología se encarga de verificar el estado higiénico sanitario del transporte, de los alimentos y las habilitaciones necesarias para circular”.
En este sentido, detalló que los vehículos con carga de alimentos deben tener la habilitación municipal o nacional del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA). Además, el encargado de manipular los alimentos debe tener libreta sanitaria y si los comestibles son derivados de animales, deben tener la inspección veterinaria correspondiente.
Por su parte, Gonzalo Baser, jefe de Departamento de Inspectores de la Dirección de Transporte y Cargas, señaló: “La tarea específica es controlar a los vehículos con carga de alimentos, el transporte que no tenga los papeles necesarios es removido al Corralón Municipal y la mercadería en buen estado y condiciones óptimas se le devuelve mediante un transbordo”.