Ante la masiva indignación que se manifestó en redes sociales desde el domingo por la tarde por la enorme convocatoria que tuvo el culto efectuado por la Iglesia Cristiana Internacional por el Día de Pentecostés, no tardó en llegar la presentación de una denuncia penal para determinar si lo acontecido se ajustó a derecho, en un contexto en el que se supone que el Aislamiento, Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) prohíbe manifestaciones masivas y limita la circulación vehicular.
Se trata de una situación condenable desde lo ético, cuando gran parte de la población cumple con el confinamiento como la principal medida preventiva para evitar el contagio del coronavirus, y este domingo se observaron transgresiones de esta medida, pero discutible desde lo legal, atento que a nivel local exige una ordenanza que habilita “autoeventos”, aunque en la esfera provincial están prohibidas las actividades religiosas con público.
El dirigente Javier Dumrauf, que hasta hace poco estaba a cargo del INADI, efectuó la presentación en la Fiscalía Federal en la que solicita que se determine si lo ocurrido no tipifica para lo estipulado en el artículo 205 del Código Penal, que castiga con penas de seis meses a dos años de prisión para quien actuara de forma contraria a lo determinado por autoridades y colaborará con la propagación de una pandemia como también el artículo 239, de tenor similar, que versa que “será reprimido con prisión de quince días a un año, el que resistiere o desobedeciere a un funcionario público en el ejercicio legítimo de sus funciones o a la persona que le prestare asistencia a requerimiento de aquél o en virtud de una obligación legal”.
En el escrito, Dumrauf también insta a que se investigue lo expresado en varios medios, acerca de la presencia de inspectores de Tránsito, que colaboraron en el “ordenamiento” de los vehículos, en una actividad que no solo no es pública sino que se dio en un día en el que está prohibido circular en automóviles salvo las actividades esenciales, entre las que no están las religiosas.
Además, también aporta como elemento de investigación, un posteo en una red social del pastor, en la que agradece tanto al intendente capitalino por el permiso otorgado, pero también al gobernador, cuando la Provincia no habilitó estas actividades.
En síntesis, si bien no es el primer “autoculto” que se realiza (la ordenanza se sancionó a inicios de mayo) el repudio ciudadano también se da no solo por la enorme cantidad de vehículos que se congregó en el amplio predio de la calle Arribalzaga, sino porque tampoco se cumplió con lo que la Iglesia señaló que tenía como protocolo. En los videos en redes sociales se observa que la gente desciende de los coches cuando supuestamente debía mantenerse dentro durante todo el oficio religioso y además no solo llegaron en auto como establece la norma comunal. Muchos fieles se acercaron a pie y siguieron las palabras del pastor desde el llano o bien concurrieron en motos.
FUENTE: DiarioNorte